David Monthiel
Pido perdón a Fran González porque
hay gente que piensa que "no se ha hecho nada especial, ya estaba
todo", o "sólo se ha abierto la puerta", como el dinosaurio que
se despertó y se encontró con una agenda repleta, del verano del estrosamiento. Pido a perdón a Fran
González porque Goran Bregovic tocó con sonidos pregrabados, por lo de poner
musiquita a la puesta de sol, porque el levante ha pegao tela, por pensar que el escalón de la playa es
responsabilidad de Costas. Porque me alegro de que se acabaran las barbacoas
del trofeo.
—Y por lo de las amenazas, ¿no?
Pido perdón a Fran González porque
no tengo nada que enseñarle en el móvil, por no quedar con él en una terraza
antes de los plenos y porque me alegro de la unanimidad en lo del programa de alquiler
justo. Pido perdón a Fran González por el nuevo Reglamento
Orgánico Municipal, por la falta de capacidad de los cambios en el gobierno
municipal y no por la sobrada solvencia de los de San Fernando, por las
pintadas que afirman que su partido es igual que otro partido y por pensar que
están hechas por gente de su partido.
Pido
perdón a Fran González por carecer de un modelo de ciudad que mantenga
privilegios y falsas historias de la grandeza del orbe. Pido
perdón a Fran González por decirle que en la que dicen que fue cuna de la
libertad y del constitucionalismo había un mercado de esclavos muy activo. Por
decirle que el tricentenario de la casa de contratación va a celebrar el
expolio de una tierra conquistada a sangre y fuego y el genocidio de los pueblos
originarios "descubiertos".
—Pero,
¿y lo de las amenazas?
Pido perdón a Fran González porque
no sé que es una lanzadera de empleo. Porque creo que ser emprendedor esconde
empezar a autoexplotarse uno mismo hasta tener empleados a los que explotar.
Porque no creo que sea bueno salir en la portada del The Guardian y que todos aspiremos
a ser camareros y animadores de hotel. Por que "ser de Cádiz" no
soluciona nada. Pido perdón a Fran González porque sigo apostando por proyectos
que faciliten, apoyen y desarrollen la música en directo. Porque pienso que
necesitamos convertirnos en una ciudad de la cultura, de la música, del arte,
del flamenco. Porque creo que es muy positivo, si todo va bien, tener un nuevo
patronato.
—¿Patronato? ¿Y las amenazas? ¿No es
un delito grave contra la autoridad?
Le pido perdón a Fran González por indignarme
por los retrasos en la construcción del nuevo hospital, de la ciudad de la
justicia y de la paralización de la estación de autobuses, por indignarme por
los ERES falsos, por los exdelphi, el fraude de la formación, el calvario de la
escuela de hostelería de Cádiz y los cargos fantasma para colocar a hijos de
alcaldes. Le pido perdón por mi preocupación ante el recorte encubierto en la
educación pública de la Junta, por cerrar aulas para favorecer a los
concertados. Por pensar que la buena relación con la UCA también es exigirle
que rehabilite el Colegio Mayor, El Olivillo viejo, y ya de paso que la Escuela
de Náutica y Valcárcel completen un Campus de Cádiz que nunca se debería haber
ido por pelotazos inmobiliarios. Le pido perdón porque me alegro mucho de hayan
absuelto a los activistas de Valcárcel.
—¿Por lo del Croquemongou tampoco?
Le pido perdón a Fran González por
aspirar a una ciudad con carril bici digno, con un centro peatonal. Porque no creo
que las instituciones sean mágicas o malignas en sí mismas, y sí
transformables, imperfectas. Porque quiero que se mande obedeciendo, porque sé
que el poder reside en el pueblo y no en los operadores turísticos. Pido perdón
a Fran González porque aún hay ilusionados que mantienen la llamita de la
esperanza (yo siempre la llamo fe, a pesar de ser una palabra corrompida por la
cristiandad) de un municipalismo que tenga en cuenta a los más desfavorecidos y
no a los conquistadores de Cadifornia, ni el funcionamiento del cepo chino.
Perdona, picha.
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