29 marzo 2005

MODO DE USO DEL DESVIO

Pueden formularse ahora algunas leyes sobre el uso del desvío:
El elemento desviado más alejado contribuye más claramente a la impresión global, y no los elementos que determinan directamente la naturaleza de esta impresión. Así, en un metagrafo sobre la guerra de España, la frase con el sentido más claramente revolucionario es este fragmento de un anuncio de pintalabios: ‘Los labios bonitos son rojos’. En otro metagrafo (“Muerte de J.H.”), 125 anuncios clasificados de bares en venta expresan un suicidio de modo más impactante que los artículos de periódico que lo relatan.

La distorsión introducida en los elementos desviados debe ser tan simple como sea posible, ya que la fuerza principal de un desvío está en función de su reconocimiento, consciente o vago, para la memoria. Esto es bien conocido. Señalemos únicamente que si esta utilización de la memoria supone una selección del público previa al uso del desvío, éste es sólo un caso particular de una ley general, que rige tanto el desvío como cualquier otra forma de acción sobre el mundo. La idea de expresión absoluta en estado puro está muerta, y no sobrevive momentáneamente más que una imagen vaga de esta práctica, igual que sobreviven nuestros otros enemigos.
El desvío es menos efectivo cuanto más se aproxima a una respuesta racional. Éste es el caso que presentan muchas máximas alteradas de Lautréamont. Cuanto más visible es el carácter racional de la respuesta, más se confunde con el espíritu de réplica vulgar, por el que se trata también de utilizar las palabras del adversario contra él. Esto no se limita, naturalmente, al lenguaje hablado. Es por este motivo que cuestionamos el proyecto de algunos camaradas que propusieron desviar un cartel antisoviético de la organización fascista ‘Paz y Libertad’ -que proclamaba, entre imágenes de banderas occidentales enmarañadas, “la unión hace la fuerza”-, añadiéndole una etiqueta con la frase “y las coaliciones hacen la guerra”.

El desvío mediante simple reversión es siempre el más inmediato y el menos efectivo. Lo que no significa que no pueda tener un aspecto progresivo. Por ejemplo, la apelación para una estatua y un hombre: “El Tigre de Clemenceau”. Igualmente la Misa Negra opone a la construcción de un ambiente basado en una metafísica dada una construcción ambiental dentro del mismo marco, invirtiendo, y por tanto conservando, los valores de esta metafísica.
De las cuatro leyes que acabamos de enunciar, la primera es esencial y se aplica universalmente. Las otras tres sólo valen prácticamente para los elementos abusivos desviados.
Las primeras consecuencias preceptibles de una generalización del desvío, además de su fuerza de propaganda intrínseca, serán la reaparición de un montón de libros malos, la participación masiva de escritores desconocidos, la diferenciación siempre en aumento de los enunciados y trabajos plásticos que estarán de moda y, sobre todo, una producción incomparablemente superior en cantidad, variedad y calidad que la de la escritura automática de tediosa memoria.
El desvío no sólo lleva a descubrir nuevos aspectos del talento, sino que además, al chocar frontalmente con todas las convenciones sociales y legales, no puede dejar de parecer un intrumento cultural poderoso al servicio de una lucha de clases bien comprendida. La gratuidad de sus productos es la artillería pesada que atravesará todas las murallas chinas de la inteligencia. He aquí un verdadero medio de educación artística proletaria, el primer esbozo de un comunismo literario.
Guy-Ernest Debord y Gil J. WolmanPublicado originalmente en Les Levres Nues, # 8, mayo 1956

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