18 junio 2012

Poemas que quise escribir, VIII


KADIS

Dos veces en un año baja el cadí desde Saduna.
Se marcha el mismo día, tampoco él ama esto.
Las cortes quedan lejos, arriba, y nos han dicho
que Málaga prospera porque hay campos también.
Aquí tenemos sólo mar
y su viento nos sala o enarena la saliva apenas levantarnos.
Hasta en cualquiera de las dos mezquitas,
estando en oración, escuchamos sus olas.
Hierve de peces y de él comemos.
Pero no lo amamos.

Algo grande hubo aquí algún día, señor.
Mucho más de lo poco que hallaron y abatieron nuestros mayores.
No queda nada: la Alta Torre
que nadie intenta derribar
y esos arcos de piedra sobre el agua, esas
columnas rotas.
Ni los cristianos más leídos saben bien qué serían;
Menos, nosotros, pecadores.
Otra cosa ya no verá: arena, piedras, viento,
treinta casas apegujadas
y este mar que no amamos.


Fernando Quiñones.

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