12 diciembre 2019

«Bechiarelli es el epítome de la poca vergüenza»

Novedad editorial
David Monthiel: «Bechiarelli es el epítome de la poca vergüenza»

El escritor gaditano publica «Nuestra señora de la esperanza» (Roca Editorial), Premio Internacional de Novela LH Confidencial 2019

David Monthiel le da una vuelta de tuerca a Bechiarelli en «Nuestra señora de la esperanza»


Sevilla Actualizado:David Monthiel (Cádiz, 1976) es uno de los grandes escritores que en los últimos años han revitalizado y renovado la novela negra en el sur de España. Su saga de Bechiarelli es ya un clásico dentro de este género, y ahora vuelve con una nueva entrega, «Nuestra señora de la esperanza» (Roca Editorial), que se alzó con el Premio Internacional de Novela LH Confidencial 2019. La política municipal en el ayuntamiento del cambio gaditano es el contexto en el que se desarrolla una trama que mantiene enganchado al lector desde la primera página.
«Nuestra Señora de la Esperanza» supone el tercer caso de Rafael Bechiarelli. ¿Cómo ha evolucionado este detective a lo largo de los años?
Si en «Carne de Carnaval» (el Paseo, 2017) regresaba a Cádiz de un exilio prolongado y se reencontraba con la ciudad y sus personajes, y en «Las niñas de Cádiz» (El Paseo, 2018) se le veía instalado pero salía de road movie por la provincia, en «Nuestra señora de la esperanza», el detective sufre las consecuencias y amenazas de trabajar en un caso «grande» y político. Pero Bechiarelli mantiene su ética de pícaro con valores incorruptibles.
Cádiz vuelve a ser escenario fundamental en esta nueva entrega de Bechiarelli, pero no sólo te has ceñido al «Cadi-Cadi» de Puerta Tierra adentro, sino a la otra ciudad, la de los bares y garitos, la que no está en las guías de turismo.
Hay muchos Cádiz: el que consumen los cruceristas, el de los tópicos de los mesetarios, el que se canta en carnaval, el de la gente que vive su gentrificación, el de los mitos fenicios, el de los erasmus, el de las cola en los comedores sociales y los que recorre Bechiarelli en el caso: el de la noche gaditana y sus locales, que en la actualidad es un zombi, el Cádiz administrativo capital de provincia, el de los funcionarios desayunando, el de los plenos y sus líos, el del ayuntamiento.
En relación con la pregunta anterior, ¿concebirías esta saga de novelas si no se desarrollaran en Cádiz? ¿Podría trabajar tu detective en otras ciudades?
Cádiz es mi lugar de enunciación. Pero no es solo un decorado, un «no lugar». Cuento con el contexto: su historia, creencias, mitos. Su forma de vida isleña, su idiosincrasia alegre en las fatigas, su manera de ver el mundo permean las acciones de los personajes, las tramas. Pretendo conectar los mitos profundos de la ciudad (es este caso Astarté y su culto) con la vida cotidiana de la misma. Bechiarelli podría trabajar en otras ciudades como Sevilla o Madrid, pero siempre inmerso en la cosmovisión gaditana y su «savoir vivre» a la hora de analizar las cosas, de leer los hechos con esa guasa, ironía y rapidez.
¿Qué está suponiendo para ti haber ganado el Premio LH Confidencial y dar el salto con Roca Editorial?
El premio supone una gran satisfacción y un privilegio, ya que el jurado valora la calidad literaria de los ganadores por encima de «la visión comercial». También supone una validación de la saga en un mercado más amplio, pues todas las etiquetas y trabas que se le habían achacado a la serie desaparecen de un plumazo. Y eso me parece un salto incalculable que rompe fronteras invisibles para las historias «metías en manteca» contadas desde la periferia. Publicar con Roca es también un reto, ya que es una editorial puntera del centro editor en castellano, Barcelona, y que distribuye Random House Mondadori. Como decía un amigo, es primera división.

Novela negra gaditana

Benito Olmo, Daniel Fopiani y tú sois un ejemplo de la actual calidad de la novela negra que se está haciendo en Cádiz. ¿Qué me puedes decir sobre esta cuestión?
Cubierta de la novelaPues me llena de orgullo y satisfacción que estemos publicando en editoriales grandes y que se nos lea con atención, que aparezcamos dentro de la escena del policial como escritores interesantes y de calidad. El éxito de ambos es algo que me alegra mucho. Eso sí: quizá deberían aparecer más escritoras. Las necesitamos.
Cubierta de la novela - ABC
En esta novela Bechiarelli acepta un caso donde la política municipal tiene un gran protagonismo. ¿Cómo se enfrenta tu detective a esos entramados de corrupción?
Bechiarelli debe descubrir qué le ha sucedido a Gabriel Araceli, el concejal de vivienda del ayuntamiento llamado «del cambio», que ha aparecido muerto en un solar. Se enfrenta al marrón desde la distancia irónica y, como siempre, por necesidades económicas. Y esta vez se asusta mucho bajo las amenazas de poderes oscuros.
La novela no habla tanto de la corrupción como de la guerra soterrada (mediática, de otra administraciones) que un equipo de gobierno «del cambio» —como se le llamó— sufre en una legislatura que alcanza el grado de terrible con un asesinato. También habla del fetichismo de los que se creen que son la sede del poder por sentarse en un sillón de una concejalía, trata sobre crímenes que pasan por «la normalidad» y de sus víctimas, sobre la impunidad y la ley, sobre la fe y la esperanza y sus verdugos.
Si a Bechiarelli le hubieran encargado investigar el caso ERE, ¿crees que se hubiera vuelto majareta y que habría acabado en un sanatorio para desintoxicarse de tanta corrupción y mangoneo?
Más que majareta se hubiera indignado por el uso de recursos públicos en beneficio privado y por las cacicadas de pobres disfrazados con trajes de chaqueta. El clientelismo es la enfermedad infantil de los que quieren mantenerse en las instituciones por encima del servicio a la comunidad. Pienso que Bechiarelli abogaría por mantenerse al margen de enchufismos y chanchullos mafiosos. Sabe de dónde viene.
¿Qué me puedes decir sobre el hecho de que un escritor tan consagrado como Daniel Ruiz haya elogiado tu novela y que haya definido a Bechiarelli como «la gran esperanza del noir ibérico sureño?»
Considero a Daniel un gran escritor y un estupendo compañero. No sé si soy «la gran esperanza del noir ibérico», pero para mí es un orgullo que haya reconocido mi trabajo dentro de una cierta invisibilidad marcada por un elitismo cateto que no soporta el carácter popular, local y cercano de ciertos temas que yo abordo (el carnaval, el verano y la política de Cádiz). Lo de Daniel es algo inusual en un mundo de egos y pamplinas. Aunque también elogiaron «Nuestra señora de la esperanza» Montero Glez (aludiendo al «Carvalho gaditano»), Antonio Manuel (muy seguidor de la saga) y mi querido Juan José Téllez, que dijo una cosas muy hermosas de mi trabajo.
¿En qué medida crees que Bechiarelli rompe con los tópicos de los detectives de las novelas negras?
Los tópicos de la soledad, cinismo, alcoholismo, dureza, pobreza se explotan hasta la saciedad. No es que abjure del Marlowismo o del Sherlockholmismo, pero creo que un detective de Cádiz no puede actuar de la misma manera que uno de Estocolmo o de California. Y quizá ahí sea donde los tópicos se transformen en algo novedoso, fresco. Porque Bechiarelli es una suerte de frankenstein de las cosas de Cádiz, el epítome de la poca vergüenza, un compendio de formas y maneras de encarar las fatiguitas y las alegrías. Y ahí radica su diferencia. Es buen detective porque sabe captar un engaño, una trola, una oportunidad con rapidez. Y es partícipe de una red de conocidos y de personajes de todos los ámbitos y clases (una KGB local y cotilla) en la que se mueve como mojarrita entre las piedras.
¿Cómo está resultando la acogida de este libro?
De momento satisfactoria, a pesar de vivir literariamente en la periferia del mercado y estar en una editorial grande. La novela está muy bien distribuida y está siendo reseñada en un boca a boca de lectores que se han interesado por ella a través del premio LH Confidencial. Y muchos están descubriendo las otras dos novelas de la serie, que estaban más tapadas.
¿Crees que queda mucho Bechiarelli para rato o te interesaría hacer también otros tipo de proyectos?
¿Habrá más Bechiarellis? No considero al personaje acabado. La serie responde a un ciclo que comenzó en 2012 y que ha cuajado en estos tres años. Pero ahora mismo no hay novela en la manga. Está por hacer y hay muchas posibilidades. Tengo un encargo que cumplir con mi querido David González Romero para El Paseo y estoy terminando una novela, un ejercicio literario bolañesco sobre músicos gaditanos, una novela que está dentro de la tradición narrativa del embuste y en la más estricta ortodoxia gaditana de las historias de Pericón de Cádiz, Chano Lobato y El Beni de Cádiz.