24 abril 2017

Feliz día del no libro

David Monthiel

            La estadística asegura que los gaditanos y gaditanas leen 2,8 libros al año. No está malote. Por si alguna se quiere animar, dejo aquí, hoy que es un día normal y no hay que cumplir con nadie, unos cuantos que considero estupendos. Muchos se encuentran en el catálogo de la red de bibliotecas municipales, otros se pueden encontrar en librerías de lance y Baratillo a precio de tieso. Échate un vistacito.

1. El pentateuco de Isaac, Ángel Wagenstein.
            Wagenstein es un sefardita búlgaro que, cuando cumplió setenta y seis años, escribió una trilogía (toda publicada en Libros del asteroide) "judía". Partisano, con un premio por un guión en Cannes, Wagenstein narra las vicisitudes de Isaac Blumenfeld a través de dos guerras, cuatro o cinco nacionalidades, el campo de concentración y el gulag. Y un montón de alocados chistes. Humor y horror. A raudales.


2. Los mares del sur, Manuel Vázquez Montalbán
            Hay que leer a Manolo. De atrás hacia delante, de Tatuaje a Milenium Carvalho. Acostado, de pie, en el autobús, mientras esperas a tu colega, mientras se fríen las papas. Releerlo. Yo lo hago continuamente. Y sé qué significa Linimento Sloan y a qué huele. De todas las novelas, la más redonda, la más profunda, la más directa. Esta. La mejor metáfora. El sur está en San Magín. Los canacos son obreros. Clásico.

3. Últimos días de la víctima, José Pablo Feinmann
            Interesante novela sobre un asesino que se interesa por la víctima como si quisiera documentarse para narrar. Doble juego lector-asesino que van de la mano descubriendo detalles de la vida de la víctima. Triple juego sobre el tema del doble. Bien rematada.

4. Un beso de amigo, Juan Madrid
            Buena novela. Directa, al grano. Sin pamplinas. Rápida e interesante. Profunda y crítica. Muy interesante la visión anticocacolística y crítica de "la movida". Las conexiones de la gentrificación con el fascismo. Toni Romano no permite que le llamen "tío". Cierta violencia gratuita al final. Y demasiado castigo se lleva el Romano. Traidores a todos y a todas. La avaricia.

5. Roseanna, Per Wahlöö y Maj Sjowall
            Primera novela de la saga de Martin Beck. De los considerados precursores de la novela negra nórdica. Chica asesinada en un ferry. Un caso lento con muchos días de nada. Y con un final in crescendo que te deja sin resuello. Magistral.
 
6. La vida misma, Paco Ignacio Taibo II
            José Daniel Fierro escribe novelas negras en el DF. Es un autor reconocido. Un día recibe la visita de una comisión del municipio rojo de Santa Ana para que sea jefe de la policía local. En un año y medio de gobierno del cambio, los caciques del pueblo han asesinado a dos jefes de la policía. El escritor acepta el encargo. Utiliza una gorra de beisbolista y una chapa del hombre-araña.
            Muy interesante la necesidad de escribir la historia del gobierno justo de Santa Ana, las cartas del Jefe Fierro a su novia. El por qué de la violencia. Un intelectual en la realidad dura, en la vida misma. PIT II o el disfrute de leer.

7. Diecisiete instantes de una primavera, Yulian Semionov
            De esta novela y la serie Stirliz-Isayev se vendieron cien millones de libros. Un soviético infiltrado en la cúpula nazi durante los últimos 17 días de la Segunda Guerra Mundial.
            No creas nada de que Stirlitz es el James Bond soviético. Paridas coloniales. Nuestro agente está infiltrado en el estado mayor del servicio de contraespionaje alemán. Es intuitivo, analítico, con capacidad de anticipación creíble. Semiónov dota de rasgos humanos a los malos, los hace reales, construye acciones verosímiles (no es fácil escribir diálogos entre Kalterbrunner, Himmler, Goering, Goebbels, Bormann), nos los sitúa jerárquicamente en el estado de paranoia de un régimen nazi a punto de ser derrotado por la URSS.
            Documentadísima. Vibrante. Épica. Te queremos Isayev.

8. Dejad que los cadáveres se bronceen, Jean-Patrick Manchette

            Directa. Sin concesiones. Brutal. Cada minuto que pasa es una posibilidad de morir. Una ceremonia macabra de tiempo y muerte.

9. Los millones, Santiago Lorenzo

            Descacharrante y entrañable novela sobre un Grapo que vive en las miserias de la clandestinidad y le toca la lotería. Y no puede cobrar el premio. Porque no tiene DNI. Miserias y grandezas de un pobre tipo en el Madrid de los ochenta.
10. La promesa, Friedrich Dürrenmatt.

            Pizzolato debería haber leído este libro. Porque se intuyen ecos en True detective. Niña muerta. Caperucita. El policía que no se va a Jordania al hacer la promesa de detener al asesino. La tensión de un obseso por el caso. El mago que regala erizos, un buhonero, un cebo. Trabajo con el imaginario popular de los cuentos centroeuropeos. Reflexión sobre la novela policial y sobre el suspense en una historia que cuenta una historia. Dos momentos: en la búsqueda, no pasa nada hasta que pasa algo. Y el final con la "verdad", en la que la narradora juega a engañar a la lectora demorando la información hasta la desesperación en un juego de suspense de niño cansino.