31 mayo 2006

"La tumba de Keats", de Juan Carlos Mestre

Me he perdido en la noche de un laberinto eléctrico,
el sufrimiento ahora son los cuerpos cubiertos con cartón,
la melancolía de los enfermos a la puerta de los hospitales, los bares inmundos,
todo lo que la transparente ideología de los gestos llama tribu de la noche,
la multitud indolente ante las verjas cerradas, el vapor de la pesadumbre.
Roma y las basílicas de Roma enchapadas de oro, la alhaja de los poderosos
contra la divinidad de los justos, el resplandor de los privilegios seráficos.
Roma como una piedra hambrienta en el cortejo diabólico,
los que se abrazan en la alucinación de las plantaciones de yodo,
los que escupen sangre sobre los mismos mosaicos que besó Virgilio,
el jardín de las hespérides donde el descendiente maya roba las manzanas de
Juno,
los que se refugian entre las ruinas y entre las ruinas vagan en busca de patria,
los hambrientos a deshora que tras un largo viaje por toda propiedad declaran una bolsa de plástico,

los que iluminados por la desesperación aguardan tras un muro al monarca blanco,
y ésa es entonces su abundancia de bien y ése es entonces el arroz que reparten los dominicos la tarde del sábado,
la tarde reservada a la compasión por los emigrantes del Este,
los miserables parias que cerca del foro de Adriano aguardan la resurrección del anciano Papa polaco,
el espejismo con el que se reviste la fe para sobrevivir,
cerca de los envoltorios con que se reviste la divinidad para sobrevivir,
Roma ha muerto y entre el desorden sexual de las cúpulas
la sombra de Shelley es un barco del que se arrojan contra el acantilado los albaneses,
la casta ínfima de los acosados por el hastío retórico de la justicia social,
los comensales de las copiosas sobras, los sedientos acosados por la policía.
Como la sustancia insomne de un cuerpo que se repone de la fatiga y
considera toda ilusión despreciable,
hablas el dialecto de quien ha padecido un sueño, nombras la facturación de
las aves,
ese encargo irrefutable del cielo, la extraña materia del sufrimiento hecha
presagio en la bandada de pájaros,
eso dices, y mutuamente están en ti el díscolo y el salvaje,
mutuamente el cuerno de violetas blancas y el gancho en U del que penden los héroes,
en ti el que bajo la falsificación de las obsesiones visuales
niega su placer a la comida muerta, el que llama a Eva perra capitolina,
emperador con los ojos encharcados de mármol al apóstol de Cristo.
Ésa la curiosidad del que nombra ante la curia la erección de Trajano,
el que en la sala de los cónclaves declara: mi Vaticano es la tumba de John Keats,
y considera un ultraje el propósito de la eternidad ante el que se devoran los
hombres.

Hablas, pronuncias esta bujía que ningún oyente entenderá bajo los códigos de
la razón,
pero igual que estas piedras expían su lugar en la historia
y nadie es capaz de devolverles la semejanza de su trono perdido
y permanecen erguidas sobre la significante ruina de los palacios barrocos,
recubiertas por el estigma de la noche lunar, empapadas en lo vertiginoso,
lamidas por la felpa verde de la humedad insaciable,
así también has de permanecer tú, inmóvil en la fisura que hacen en otro rostro
las lágrimas,
tú el indeciso que al dar dos pasos te desplazas fuera de mí y desconoces el
regreso,
tú la dificultad, la venda helada que une al místico con el romántico,
la simpatía carnal entre la rosa de bronce y el ruiseñor que Alan Sydney Robinson oye en la muerte,
esa la agilidad del fakir bajo la ganzúa de Piranesi y su cabaña moral recubierta de yeso,
el oficio del arte para la aristocracia difunta, el hedor del privilegio feudal de los Caballeros de Malta,
las letrinas donde acuña su esfinge un imperio erigido sobre la violencia,
la posesión de los excrementos que rentabiliza la usura,
el ácaro de la mafia sobre las alfombras de la judicatura
y el gobierno de los mercaderes sobre los restos de la democracia.

26 mayo 2006

SERIE NEGRA

“Serie negra” aúna dos géneros: la poesía de corte social (boutade, ya que toda poesía es social) que emerge como burbuja de la economía sumergida, que emana del trabajo negro, de las nuevas relaciones laborales, de los contratos basura con la lírica hardboiled del género negro. Aquí no existe la investigación criminal sino el descarnado relato de sujetos en el alambre, a cielo abierto, en el precipicio o en las garras de un trabajo inmundo. La poesía negra empieza contando un crimen (no sólo las balas matan a los hombres y a las mujeres, también la falta de techo digno y de dieta saludable) y acaba contando cómo es la sociedad donde sucede ese crimen.

24 mayo 2006

RAICES Y PUNTAS

El sábado estará en Sevilla la guerrilla rumbera del grupo "Raíces y puntas". Presentan su último cd: "VIVO".
Será este sábado 27 de mayo a las 22 horas en la Sala El Cachorro (Calle Procurador, 19, Triana, Sevilla), y la entrada cuesta tan solo 4 euros.
Deciros tan sólo que es uno de nuestros grupos preferidos, que se trata de una propuesta tan divertida como intensa y emocionante (hacía mucho que no escuchábamos en un grupo letras tan guapas, tantas cosas que contar y tan bien dichas... ) y que estaremos por allí.

Los orígenes de Raíces y Puntas se materializan en torno a las inquietudes artísticas y vitales del cantante y compositor Sharli García. Criado en Chiclana y curtido en Madrid, su particular visión del mundo se vuelca en canciones de tono existencialista, con regusto vitalista y rumbero.


Apenas un año después de su primer trabajo, ve la luz el segundo: “Vivo”, cinco nuevas canciones con unas letras que continúan transgrediendo las fronteras de lo personal y lo social, y un sonido que sigue explorando diferentes territorios de la fusión flamenca.

Es la rumba guerrillera: “Raíces y Puntas utiliza la música como un medio para trasmitir un mensaje abierto y destinado a incentivar la libertad de pensamiento.” En fin, un proyecto que retoma los orígenes de la música y la poesía para poner en movimiento cuerpos y mentes...

22 mayo 2006

Me fui (Poema para leer orgasmeando)

Nada me retuvo, me fui.
Ah ah ah
Aunque pensara en la Tacher desnuda
o en la reina Sofía en el baño
cagando
ah ah ah.
En el vaivén, el vértigo me pudo/
Me venció la ardiente ola de espuma
a pesar de que ella me pidiera
que aguantara que aguantara.
Botín contando la sangre de su caja fuerte
Ah ah ah Covadonga O’Shea en bragas.
No te vayas todavía no te vayas por favor.
Me fui.
La semanal muestra de simiente
se estancó en el ocasional látex.
Me fui.
Como un perverso geiser
se iría cuando la despistada turista
con falda se posa encima.
Como extintor que apaga
los continuos fuegos del deseo.
Y fumé un cigarrillo que compartimos.
Nuestro Chinatown
se calma con el mismo humo

Me fui.
Ahora le toca a ella

15 mayo 2006

El Cuaderno de resistencia's cinema enterteiment divission presenta: EL VIEJO HANK




EL VIEJO HANK (en ingles y con subtítulos en idioma desconocido)

El cuaderno de resistencia's cinema enterteiment divission presenta: PULL MY DAISY




Se trata de la única película realizada por el grupo como tal, cuya idea surgió como un experimento creativo en 1959 a partir de los esfuerzos de Robert Frank y Alfred Leslie, que solicitaron a Jack Kerouac que escribiera el guión de una obra sobre la Generación Beat.

La trama se centraba en un divertido incidente de la vida de Neal Cassady y su mujer, Carolyn, cuando se mudaron de casa y organizaron una pequeña fiesta para darse a conocer ante los nuevos vecinos, invitando también a un respetable obispo de la localidad. Obviamente, dado que los amigos de Cassady estaban invitados, la fiesta terminó pareciendo una película de los Hermanos Marx y es lo único que aparece en la película, una larga fiesta regada con abundantes drogas ante el estupor producido a los incautos vecinos.

y mañana el viejo HANK.

INTERFERENCIAS [Pero… ¿qué le pasa a mi televisor?]

Una producción poética de ‘la palabra itinerante’
Interfieren:iván mariscal, manuel ortega, manuel fernando macías, pedro del pozo, miguel ángel garcía argüez, juan antonio bermúdez, luis melgarejo, david eloy rodríguez, david franco, josé maría gómez valero.
1/ INMENSAS PANTALLAS, OJOS DIMINUTOS

LA parabólica
bombardea espejismos
en el desierto
*
EN DIRECTO
Un zoom
en el vacío hacia ninguna parte
y en detalle.
Insistimos,
con sumo detalle
y precisión.
*

LA calle estaba llena de
personas con sombrero.
Algunas parpadeaban
como si estuvieran a punto de
desaparecer.
*
CUANDO acabó la película
nos besamos
como en las películas.
*
QUIERO ver lo que me pasa en un documental sobre animales.
*
TELERREALIDAD
150.000.000.
300.000.000 de ojos.
Todos miramos
las mismas cosas
al mismo tiempo.
Y el árbitro no lo vio.
*
¿POR qué no asistir
al espectáculo?
Prometen fuegos artificiales.
¿Quién podrá
dejar de ver la tele
el día de la invasión?
*
SECUENCIAS
No hay lugar decente donde escapar de la masacre
Leonard Cohen

Cuando se suspende la masacre en el saloon
regresa la música, el can can.
*
PAÍS DE BÁRBAROS

Humillado el que ríe.
Aplaudido el que humilla.
País de bárbaros.
*
(IN-MIGRAR)
Miramos el edén con un nudo
en la garganta
Mientras el gusano cerraba
las puertas
de la manzana.
*
PUBLICIDAD
El consumidor inteligente afirma:
“No, es que yo esos programas no los veo”.
El consumidor inteligente afirma:
“La televisión es un electrodoméstico”.
*
TELEADICCIÓN:
dícese del enganche
a la distancia
*
GUERRA de audiencias:
masacre de neuronas
colaterales
*
YA tenemos la leña. Sólo quedan
los dos televisores,
las mil televisiones. Y el oxígeno.
*
PUBLICIDAD
El charlatán de barraca que vende pócimas.
El anuncio de perfumes.
Uno miente ante poca gente
y otro miente ante todo el mundo.
*
QUIERO creerlo
¿otra tele es posible?
quiero creerlo
*
2/ FELIZ 1984

LINEAS DE FUGA
Creyó haber logrado salir del salón de espejos.
Entonces corrió para ladrar con los perros salvajes
que aúllan en la noche
y se arañó el cuerpo
en la maleza profunda que no sabe de dialectos.
En la espesura se hizo
de la materia innombrable de los bosques y la noche.
Sintiéndose el ser más libre
sobre la faz de la tierra,
desnudo y con barro en la cara,
lanzó un alarido animal y poderoso
- que nadie ya podía entender -
mientras al mismo tiempo sucedía
que un espejo le devolvía su propio gesto.

13 mayo 2006

En el asombro del mundo- Enrique Falcón

A)quí –en este libro recién publicado– se desabriga, en palabras y en imágenes, el mundo, y se muestra así desnudo, a la luz de un asombro. Para pasar el frío de una vida a la intemperie y para entregarse sin descanso al calor de la aventura del asombro, David Eloy Rodríguez (Cáceres, 1976) y Miki Leal (Sevilla, 1974) han construido -tramado, trenzado- este trabajo conjunto que interrelaciona sus miradas, sus discursos y sus artes.
Sabedoras del fuego que prende las cosas, las prácticas -poéticas y pictóricas- que hacen asomar ambos autores en esta investigación creativa se vuelven avistadoras, a partir de la indagación en el pleno asombro, porque son semilla y raíz y espiga y pan (“En lo oscuro hay peligro de luna”).
David Eloy Rodríguez se ha separado de la mucha poesía “afirmativa”, prácticamente “desalmada”, que se viene escribiendo en este país desde hace 25 años (poesía de la experiencia, paisajismo sentimental, banalidad creadora y mucho yo-yo-yo). En un tiempo como el nuestro –donde abunda lo previsible, que es (casi siempre) lo que ya ha sido previsto y programado por otros–, nos faltan libros como éste, donde las posibilidades del mundo y de la vida respiran como animales fabulosos.
(O), dicho de otro modo, falta nos hace desordenarnos, desbaratar los consensos, desajustar los horarios, restablecer la sed y el hambre de las cosas: atravesar cada frontera –lo sueña aquí un poema imprescindible– por el paso de los furtivos.
Como un viajero que observa el humo –lo sueña así Miki Leal, con la noche encima– para aprender de él. Demasiado tiempo programado, demasiada mirada dirigida, nos deja entretanto la rigidez compacta de los amos y de los perros del amo. En el otro lado de la cerca, el asombro nace de una continua, insobornable, interrogación.
(M)i primer encuentro con los poetas de “La Palabra Itinerante”, colectivo en el que participa David Eloy Rodríguez: el hallazgo de toparme, casi de sorpresa en aquella cantina de Moguer, con un vitalismo en carne viva –personal y colectivo–, como si estos poetas quisieran espantarle las patas a la muerte, como si todo momento les fuera precioso, propicio para no aplazar una celebración.
Vitalista, celebrante y significativamente hospitalaria, la poesía que este libro despliega (en palabras y en imágenes) lleva consigo el signo del abrazo y la honestidad de las heridas –y abrazos y heridas (no se nos olvide) sólo se muestran a la par en quienes, como en estas páginas, desean sin tregua más vida. Si queremos un vivir menos clausurado, al menos más abierto a lo que late imprevisible, no dejemos que nos roben las búsquedas apasionadas, las vocaciones de comunicación trascendente, decisiva, las apuestas –como la de este libro- que derivan por el misterio, por lo no nombrado, y tienden al descubrimiento y al encuentro.
R)esistir: el asombro como forma de resistencia. De la poesía de David Eloy Rodríguez ha dicho José María Gómez Valero que es «un mapa trazado desde el corazón común, un homenaje a los que se empeñan en celebrar la vida a pesar del persistente, tenaz, acoso de la muerte». Este torear así a la muerte, sin ahorrarse riesgo alguno y mediante la práctica desatada de la palabra –y en una lengua que resiste–, deja llagas en la boca. En estas palabras liberadas se pronuncia la extrañeza, la maravilla, el milagro, pero también una tormenta, una literatura del filo, del daño. Araña el cuerpo trepar a los árboles para avistar entre las ramas, para ver mejor, más claro, más lejos. Y la poesía de David Eloy Rodríguez, que parece seguir el consejo que nos diera Brecht (2), pertenece a la estirpe de la de los trepadores de árboles. Aunque no más sea por poder ver tras la maleza. En los versos del poeta y en las poderosísimas, seductoras, hermosas pinturas de Miki Leal, palpita la tensión del mundo, su vértigo relampagueante, cierto y, a la vez, casi indefinible (pero ahí el desafío, la aventura, de intentar intuir, mostrar, decir).
(O)xígeno: lo que un verso crucial en este poemario reclama desde el asombro. Respirando a pulmón abierto, este libro señala y amplía aquellas zonas liberadas que Imanol Zubero hiciera requerir para una sublevación: «(…) en la actualidad no existe posibilidad alguna de poner en marcha una práctica emancipatoria significativa si no es sobre la base de una previa transformación cultural. Tarea de transformación cultural que exige dos cosas: la primera, aprender a mirar de una forma nueva la realidad social, con claves nuevas y diferentes a las dominantes; la segunda, establecer, a partir de esas nuevas claves, un auténtico combate cultural, una confrontación de legitimaciones» (3).

12 mayo 2006

Asombros y El caleidoscopio de Venus

El domingo 14 de mayo a las 21 horas se presenta en la Feria del Libro de Sevilla (que estrena ubicación este año: el entorno más inmediato de la catedral) la colección Carne y Sueño de poesía, concebida y alentada por el editor César Sastre.
Los dos primeros libros publicados son: “Caleidoscopio de Venus” de Josefa Parra (poesía) y Pedro Mora Frutos (pintura) y “Asombros” de David Eloy Rodríguez (poesía) y Miki Leal (pintura).
En el acto estarán presentes, además del editor, los dos poetas que recitarán de los versos de ambos libros.
Sería un gusto, para quien te escribe estas líneas, que pudiéramos encontrarnos por allí y compartir el estreno de estos libros y un ratito de primavera.


LA CONDENA DE LA PERSONALIDAD

Es fácil
caer en el suave maleficio de ser uno,
acostumbrarse a un único contorno,
a mirar un reflejo en los cristales
de la casa
que tenga una figura misma siempre,
a ese rostro que no ofrece sorpresas,
a decir de una sola forma: “espera”.

Pero sería demasiado simple
creer en eso
de que se tiene
un solo nombre,
un cielo,
un poema grabado
-sólo uno-

a golpe de desdicha en las espaldas.

Josefa Parra “Caleidoscopio de Venus”


CRIATURAS


Hay palabras que van y vienen de uno a otro lado
casi sin notarse, como la luz unta el día,

cumpliendo un pacto antiguo.

Hay palabras que languidecen igual que amores
que decaen, tristes, en anemia o burocracia,
fatigados de pérdida.

Hay palabras que se comprenden en los severos
dominios del invierno, palabras malheridas,
infaustas cortesanas en los fueros de un rey cruel.

Hay palabras como fúnebres farsas o sombras
sin figura o guiñapos en las fauces de cachorros,
palabras vencidas por su propio veredicto
igual que barcos que tan sólo trasladaran
enfermedades infecciosas de isla a isla.

Hay palabras que huyen en barcazas de ciprés
por el río de la misericordia, audaces,
prófugas, sin reposo.
Hay palabras como peces turbios en un lago
de dolor cristalino.
Hay palabras dulces masticando sal.

Hay palabras que son cisnes nadando aguas extintas.
Hay palabras como hormigas en el mar
que intentan alcanzar la tierra.

Hay palabras imantadas, clérigas de arcaicos
saberes, muy turbadoras palabras con alas
de perro, tan diestras en
hablar desde otro tiempo y nacer en este instante.

Hay palabras que golpean tenaces la puerta
de tu casa con la sombra de sus puños. Insisten,
como la lluvia sobre las lápidas insisten,
precisas, feroces.

Hay pecios del ruido del mundo, palabrería.

Hay palabras como palomas que se disputan
migajas de este cielo.
Hay palabras con nariz de payaso, palabras
como gafas de ver.

Todas, todas ellas devoran
implacables, cruciales, el país de lo sin nombre,
todas imponen su presencia arrogante, convierten
el oro del misterio en piedra pura.

David Eloy Rodríguez “Asombros”

10 mayo 2006

SEÑAS

Al acantilado solo le acompañan
Las voces de los que tragó.

*
El colesterol sube.
El estercolesterol.
*

Las uñas se desprenden de la garra
No quieren arañar más el aire.
La manicura de los tiempos.
*
Se delectan con hambre las pieles
de salivas ignotas, de la palabra hecha
agua, del sabor perdido cuando
escupían los tiempos huesos y ropa sucia.
*
Los triángulos encierran
tres rincones y tres aristas.
Afiladas.
*
Las hogueras suplican huir de su rescoldo.
Desea la ceniza acumularse y ser leña.
*
Teníamos una dirección.
Ahora no tenemos nada.
Solo el impulso de ir hacia algún sitio.
Quemaron los mapas.
O los dieron en las escuelas.
Solo tenemos unas señas.