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29 junio 2006
28 junio 2006
26 junio 2006
LA FUGA LIBRERIAS
Durante agosto, septiembre y parte de noviembre estuvimos acondicionando el local (llevaba varios años vacío, el negocio anterior era un locutorio), hasta que conseguimos abrir de cara al público a finales de noviembre de 2004 (la inauguración “oficial” fue el 20/10/2004).
Los objetivos de la librería eran varios; uno de ellos era que se creara, al menos, un autoempleo (para intentar salir del mercado laboral); todavía estamos en ello... Otro objetivo, al menos igual de importante, era crear otro local para la gente del barrio, que sirviera para poder encontrarse, además de mostrar iniciativas y realidades, ya fueran locales o de otras partes del globo (podéis ver la mayor parte de los encuentros más formales realizados en el local en la parte de archivo). Podemos decir que este objetivo sí que se ha cumplido, al menos en gran parte, siendo conscientes de que aún debemos ir a más y que esto es sólo el principio...
El objetivo que sustenta económicamente tanto el local para el barrio como el tema del autoempleo es la librería. Podemos decir que estamos notando una evolución muy positiva desde que abrimos (aún queda mucho, de todas maneras, mucho por hacer...). Entendemos este trabajo como volver al oficio de librero, en el sentido de tener una línea clara de selección y saber acerca del material que tenemos, para poder ayudar a los que se acerquen por el local para adquirir algún libro. Nos gustaría incidir en la diferencia entre una librería y una gran superficie; aunque ésta sólo se dedique a vender libros, se puede equiparar a un supermercado, en el que en vez de vender consumibles en general, se venden libros; únicamente por su valor como mercancía cultural.
Ya queda poco de perorata: primero expresar el máximo respeto por la casa-palacio, centro vecinal y mercadillo cultural del Pumarejo , y a las gentes de los barrios de Parque Alcosa, Macarena, Miraflores y la Alameda, todos ellos de Sevilla; de Madrid quisiera señalar mi agradecimiento a la gente de librería Periferia, librería Muga y al proyecto de Traficantes de Sueños, así como a la asociación LADINAMO (LDNM). Tampoco podemos dejar de lado a la gente de Graná, sobre todo a la casa del aire y a la biblioteca social Hermanos Quero, ni a la mayoría de las editoriales independientes, pequeñas, que no modestas, por sus lecciones diarias de humildad y honestidad.
Para terminar, agradecer al colectivo de agitación y expresión La Palabra Itinerante, a Industrias Clismón y a el Mal Salvaje por estar ahí desde el principio, ayudando y haciendo que esto fuera posible; a Francis, por esta web tan coqueta y sobre todo a toda esa gente, supuestamente anónima, pero que está ahí todos los días, aguantando penas y compartiendo alegrías y que son por los que merece la pena vivir y, por lo menos, intentar hacer cosas
Sevilla, verano de 2006
c/ conde de torrejón, 1 local 141003 · SEVILLA
Teléfonos: 954 38 23 40 / 625 21 59 95
21 junio 2006
LA FIRA MAGICA
20 junio 2006
18 junio 2006
15 junio 2006
VIIIº ENCUENTRO DE POETAS EN MOGUER: poesía y vida
Programa
MIERCOLES 5
19’00. Salutación de las autoridades y presentación del VIIIº ENCUENTRO DE POETAS EN MOGUER: POESÍA Y VIDA -El siglo de Juan Ramón.
19’30. Conferencia. Joaquín Llansó: Juan Ramón Jiménez y el inicio de los caminos del pensar.
20’30. Lecturas: Noelia Sánchez Batista – José Manuel Alfaro Márquez - Carmen Beltrán Falces - Juan Francisco Delgado Lepe - David González
23’00. Lecturas: Silvia Delgado Fuentes– Enrique Cabezón – Begoña Abad – Brenda Ascoz - David Méndez
JUEVES 6
19’00. Tarde con Juan Ramón en la casa natal del poeta (Calle de
23’30. Lecturas: Tiago Gomes – Pedro Montealegre Latorre – Marta Merino – Vicente Muñoz Álvarez - Congregación Telepoiética
1’00. Canción de autor: Jesús Márquez
VIERNES 8
19’00. Tarde con Juan Ramón en Fuentepiña: Lecturas públicas de poemas y textos de Juan Ramón Jiménez.
20’30. Lecturas: Lucas Rodríguez Luis – Balbina Prior - Ignacio Escuín - Luis Felipe Comendador - David Castillo -
23’00. Homenaje poético a
23’30. Lecturas: Uberto Stabile - Enrique Falcón - Idoia Ikardo – Eladio Orta - David Pielfort
1’00. Canción de autor: El flamenco de José Caraoscura
SÁBADO 9
19’30. Lecturas: Bernardo Santos Ramos - Ignacio Arrabal - Juan Antonio Gallardo – Daniel Macías - Antonio Rigo
11’00. XXXº Festival de Cante Jondo de Moguer (Recinto Ferial)
LOS ACTOS TENDRÁN LUGAR EN
página en internet. www.lanzadera.com/vocesdelextremo
13 junio 2006
La pedagogia del millón de muertos - Alba Rico
En Argentina, entre 1976 y 1983, la dictadura militar produce 30,000 muertos y desaparecidos, como consecuencia del principio establecido en 1977 por el general de brigada Manuel Saint Jean, gobernador de Buenos Aires: “Primero vamos a matar a todos los subversivos, después a sus colaboradores; después a los simpatizantes; después a los indiferentes, y por último, a los tímidos”.
En Chile, entre 1973 y 1988, Pinochet hace desaparecer al menos a 3197 personas y tortura a más de 35.000. Los propósitos “pedagógicos” del dictador, y los límites de la democracia restaurada por él mismo, fueron explícitamente expresados en una famosa declaración en vísperas de las elecciones de 1989: “Estoy dispuesto a aceptar el resultado de las elecciones, con tal de que no gane ninguna opción de izquierdas”.
En El Salvador, entre 1980 y 1991, la guerra civil ocasiona 75.000 muertos y desaparecidos.
Al régimen del general Strossner, que zapateó Paraguay entre 1954 y 1989, se le imputan alrededor de 11 mil desaparecidos y asesinados, además de centenares de presos políticos y exilios forzados.
Según el informe de la Comisión por la Verdad y la Reconciliación, entre 1980 y el año 2000 el balance en Perú es de 70.000 muertos y 4.000 desaparecidos. El general Luis Cisneros Vizquerra, presidente del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas declara en octubre de 1983: "Para que las Fuerzas policiales puedan tener éxito, tienen que comenzar a matar senderistas y no senderistas. Matan a 60 personas y a lo mejor entre ellos hay tres senderistas. Esta es la única forma de ganar a la subversión".
En Guatemala, entre 1960 y 1996 se registran 50.000 desaparecidos y 200.000 muertos, según la comisión de Esclarecimiento Histórico de 1999, que atribuye el 93% de las víctimas a los militares.
En Uruguay, entre Junio de 1973 a Febrero de 1985, uno de cada cinco ciudadanos pasó por las cárcel; uno de cada diez fue torturado; una quinta parte de la poblacion (unas 600.000 personas) se vio obligada a emigrar, cientos desaparecieron; otros sencillamente fueron asesinados.
En Haití, bajo la dinastía de los Duvalier entre 1957 y 1986, son asesinadas más de 200.000 personas, a las que hay que añadir las miles de víctimas del golpe de Estado de Raoul Cedras contra Aristide y las que se han producido en los dos últimos años tras el nuevo derrocamiento violento del presidente electo y antes de la victoria electoral de René Preval.
En Nicaragua, la dictadura de los Somoza produce al menos 50.000 muertos, a los que hay que sumar otras 38.000 víctimas mortales como consecuencia de la guerra de baja intensidad sostenida en la década de los 80, con el apoyo y financiamiento estadounidense, contra el gobierno democrático sandinista.
El caso de Colombia adquiere dimensiones casi dantescas. La magnitud del exterminio es tal que no hay cifras totales, ni siquiera aproximadas, para los últimos 40 años de “pedagogía del voto” capitalista. A partir de los años 80 se calcula en torno a los 20.000 muertos todos los años, 4.000 de ellos relacionados con la violencia política (lo que, extrapolando abusivamente los datos, daría un cómputo global de unos 200.000 muertos desde 1965). Sólo en los últimos años, las Asociaciones de Familiares Desaparecidos han denunciado 7.000 desapariciones; el número de desplazados internos en los últimos 20 años es de 3.500.000. Colombia registra el único caso conocido de un verdadero y sistemático “genocidio” político ejecutado contra una fuerza legal, la Unión Patriótica, 5.000 de cuyos miembros –diputados, senadores, afiliados- fueron asesinados en 10 años, haciendo ciertas las declaraciones de un miembro del ELN, según el cual en Colombia “es mucho más peligroso hacer política que luchar en la guerrilla”.
A los muertos de la “pedagogía del voto” capitalista en los países mencionados, habría que añadir las miles de víctimas en la República Dominicana, Honduras, Brasil, México, Bolivia o la propia Venezuela, ortopédicamente dirigida durante décadas por las dos tenazas del cangrejo adeco-copeyano y cuyo último episodio sangriento fue el llamado “caracazo” de 1989 con sus entre 400 y 2000 civiles asesinados, según las fuentes.
La “pedagogía del voto” capitalista, con sus millones de muertos, ha pretendido que los latinoamericanos supervivientes acudiesen a las urnas, cuando eso se les ha permitido, bajo la amenaza oligárquica de esta alternativa terrible: el voto o la vida. Pero precisamente Venezuela ha demostrado que se puede votar libremente y, del mismo modo que el miedo es contagioso, también lo es la audacia. Los latinoamericanos, a pesar de los muertos, los torturados y los desaparecidos, a pesar del desierto inducido en el que sólo crecen el olvido y el terror, ha perdido el miedo a votar incorrectamente. Es decir, democráticamente. La nueva democracia latinoamericana, como nos lo recuerdan las jornadas de abril del 2002 en Venezuela, expone a un peligro adicional a sus pueblos: cuanto más incorrectamente voten más recurrirán los EEUU (y sus aliados europeos) a “pedagogías” clásicas y extremas. Cuanto más aislados estén sus pueblos, más tentados se sentirán los EEUU (y sus aliados europeos) de recurrir a la violencia “educativa”. Por eso la defensa de Venezuela debe ser epidémica; es decir, bolivariana; es decir, depende del contagio irresistible de la audacia –que ya se anuncia- al mayor número de países, de manera que, como quería Bolívar, una vasta confederación latinoamericana sea capaz, mediante ALBAS o auroras, de disuadir de momento (a la espera del despertar de su propio pueblo) al imperialismo estadounidense y a las fuerzas que lo apoyan.
Intervención en el encuentro de la Red de Redes en Defensa de la Humanidad celebrado en Anzoátegui (Venezuela) en homenaje a la República española y Federico García lorca.