28 noviembre 2008

DEL ASESINATO CONSIDERADO COMO UNA DE LAS DIARIAS ARTES[1]

En el Maremagnum

con Wilson Pacheco.

En el Four Roses

con Lucrecia Pérez.

Se comienza matando

en las heroicas plazas de la razia,

en el susto blanco de bienvenida,

en la cacería sin esperanza.

En los lustros de afrenta

de los que acompañan al rocío.

Se comienza matando

en la mano de plomo

que entierra nombres en el gatillo,

en las manos que invitaron al frío,

al cansancio, del país más oscuro.

Y se termina no permitiendo

la entrada a una discoteca

con este leve gesto,

esta mirada de medido desprecio.



[1] Este título es una tergiversación del de Thomas de Quincey que originalmente era “Del asesinato como una de las bellas artes”. El humor negro y la ironía de aquello de que se empieza matando a señoras y se termina no dejándoles pasar en las puertas. Wilson Pacheco, ciudadano ecuatoriano, murió ahogado tras recibir una paliza y ser empujado a las aguas del puerto de Barcelona por un portero de discoteca. Lucrecia Pérez fue la víctima de un asesinato racista mientras dormía en las ruinas de la discoteca Four Roses en Madrid.

26 noviembre 2008

Las cajas españolas en la Fábrika y Poesía en Sevilla: Sobre Capital y Territorio


Esta noche a las 21:30 se presenta en el Centro social Autogestionado La Fábrika (Plaza de la cruz verde) la película "Las cajas españolas" de Alberto Porlan.
Desde noviembre de 1936 hasta septiembre de 1939, lo más selecto del patrimonio artístico español, acumulado a lo largo de centurias, experimentó los azares que le impuso la guerra civil. Tras unos primeros días en que los grupos de incontrolados se ensañaron contra toda clase de objetos artísticos, especialmente los de carácter religioso, el gobierno republicano se impuso sinceramente la tarea de proteger y salvar a toda costa los bienes culturales de la nación. Se creó para ello la Junta de Defensa del Tesoro Artístico, que, presidida durante toda su existencia por el pintor extremeño Timoteo Pérez Rubio, esposo de la escritora Rosa Chacel, tomó sobre sí la ingente tarea que se le asignaba.
Cuando, en noviembre de 1936 las tropas nacionales llegaron a las puertas de la capital Y comenzaron los bombardeos sobre la ciudad, el gobierno decidió abandonar Madrid y trasladarse a Valencia. Por resolución del Consejo de Ministros, el Tesoro Nacional debía de acompañar en lo sucesivo al gobierno allá donde éste se desplazara. A este fin, se procedió a embalar los cuadros en cajas individuales especialmente fabricadas para contenerlos, y enviarlos a Valencia en pequeñas expediciones. En las Torres de Serranos se montó una instalación modélica, provista incluso de un eficiente sistema de aire acondicionado, que fue estudiada y admirada por técnicos internacionales. Algunos de ellos declararon que, a su juicio, nunca antes habían estado las obras de arte españolas en mejores condiciones de conservación.


Juan Antonio Bermúdez y David Eloy rodríguez, son dos de los poetas invitados (junto a ellos estarán Isabel Pérez Montalbán, Antonio Orihuela, Eladio Orta, Jorge Riechmann y María Eloy-García) en el ciclo de reflexión, acción y lecturas poéticas Sobre Capital y Territorio (Sevilla, 27, 28 y 29 de Noviembre) organizado por la Universidad Internacional de Andalucía:
SOBRE CAPITAL Y TERRITORIO II
(de la naturaleza de la economía... y de la cultura)

Coordinación: Mar Villaespesa.
Lugares: * Sede del Rectorado de la Universidad Internacional de Andalucía [Monasterio Santa María de las Cuevas] y * Sala El Cachorro [c/ Procurador 19, Sevilla]
Fechas: 27, 28 y 29 de noviembre de 2008

Incluye el ciclo de lecturas poéticas Paisajes de escombros.
Intervienen los poetas: Jorge Riechmann, Juan Antonio Bermúdez, María Eloy-García, Eladio Orta, Isabel Pérez Montalbán, Antonio Orihuela y David Eloy Rodríguez.


PROGRAMA:

TALLER OTROS ENFOQUES DE LA ECONOMÍA ; Lugar: Sede del Rectorado de la Universidad Internacional de Andalucía
Jueves_27 de noviembre de 2008
• 16:00 - 19:00 h.
Presentación del taller a cargo del Grupo AREA. Presentación de los colectivos y autores invitados

Viernes_28 de noviembre de 2008
• 16:00 - 19:00 h.
Primera sesión: La Economía en evolución, Luis Andrés Zambrana

Viernes_28 de noviembre de 2008
• 19:00 h.
Elementos para una teoría de la racionalidad ecológica, Jorge Riechmann
Presentado por Marta Soler


LECTURAS POÉTICAS ; Lugar: Sala El Cachorro

Viernes_28 de noviembre de 2008
• 23:00 h.
Lecturas de Isabel Pérez Montalbán, Juan Antonio Bermúdez, Antonio Orihuela y Eladio Orta

Sábado_29 de noviembre de 2008
• 23:00 h.
Lecturas de Jorge Riechmann, David Eloy Rodríguez y María Eloy-García

24 noviembre 2008

OCHO DE CADA DIEZ CARNÍVOROS

por Wu Ming 6

-Tú, carnívoro...
La voz en off posee la aspereza del viejo narrador de fábulas y el timbre tronante de un enardecido locutor de radio. Le espeta a un treintañero tipo que dos millones de años comiendo carroña no pueden estar equivocados. El joven, enmarcado en un decorado de restaurante, frente a un filetón empapado en salsa, ensaya la mueca fiera y corta el exquisito cacho de animal muerto; resuelve plegarse al mandato: Tú, que veneras el costillar y te refrescas con agua carbonatada, se atempera la voz en un matiz de orador poético.
Quizá no sepan de lo que hablamos. Sólo es una orden más que la publicidad autoritaria lanza desde la promoción de un restaurante de estilo norteamericano. Un anuncio que apela a la primitiva ritualidad del asado dando vueltas sobre el fuego de esas noches en las que la tribu miraba la tele en silencio. Qué democrático, concluirán, es poder comer un buen filetón en cualquier esquina del mundo. A pesar de la fiebre aftosa, la lengua azul, las vacas locas y la gripe aviar. Y qué, me espetarán. Sólo hay que visualizar Earthlings para que a una se le quite el apetito carnívoro y acoja como el oro del silencio las sabias palabras del viejo italiano:"Somos tumbas andantes!. Llegará el día en que los hombres serán juzgados por la muerte de un animal como hoy se juzga el asesinato de un hombre. Llegará el tiempo en que comer carne será condenado como hoy se condena el comerse a nuestros semejantes, es decir, el canibalismo.Da Vinci forever.
Cada treinta segundos las preguntas retóricas y las tajantes propuestas de felicidad se suceden en un sin fin de sloganes sin término que quieren ser guías de qué mirar, qué comer, qué vestir y qué ser. Y a qué morder. Siempre nuevos. Renovados continuamente como el castigo prometeico. Así como el miedo y el dolor quedan impregnados en la carne aún viva que se hacina en una camioneta, se desangra y sufre en los cajones de aturdimiento, así las órdenes que conforman la psicología del consumidor se aglutinan en la mirada carnívora, que parpadea en plena tríada agnóstica, afásica y anómica –según los chefs Steigler, Alba Rico y Rendueles.
Pero nada nuevo bajo la era Obama. Si el casting y sus trabajos son la vanguardia en las selecciones de personal (y la tremebunda y salvaje MTV la empresa que marca las tendencias de los futuros contenidos en las empresas públicas de televisión), la publicidad, vocero barato de la eternidad del nihilismo, nos va indicando cuáles son los últimos blancos móviles del mercado europeo, occidental y patrio. Los estudios del logo feroz y el marketing, el olfato de los creativos depredadores, el instinto de las manadas de coolhunter que pulsan las sinergias de eso que se llama mercado resuelven arrojarse sobre el treintañero tipo (la treintañera todavía anda subyugada por otros intereses). Al igual que se le manda reciclar, ser solidario comprando o usar su teléfono móvil como sensor de su estado emocional, al eterno adolescente, animal de costumbres, le gusta la chicha por el mandato neolítico inscrito en el apetito de nuestra especie.
Como escribía Isaac Rosa en Diagonal, la generación “democrática” criada en los fastos del consumismo y la televisión, esa que no supo del Informe Petras, es el segmento al que se pretende incentivar al consumo -aunque sea crítico o inteligente (ése que busca no-ser-tonto). Las armas son, aparte del chollismo lowcost, la nostalgia pop, la melancolía espectacular y la familiaridad de unos símbolos que le son suyos vía espectáculo del que se crió con la democracia consumista. Con estos objetivos estructurales, aparece en la mirilla telescópica, en el centro del láser rojo el joven que es capaz de reconocer, dentro del revival publicitario, a toda una plantilla de iconos televisivos obsoletos, kitchs, decadentes o como queramos llamarlo: desde Richard Clayderman, pasando por los Teleñecos, el Un dos tres, hasta la Nocilla etc. Esta constancia del paso del tiempo plagada de referentes espectaculares nunca alude a la vida vivida ya que se pueblan de lo que algunos llaman hartazgo de imágenes y otros “pasado simbólico”. Haga usted, lectora, una prueba con cualquier congénere nacido en los setenta y comience a tatarear un jingle que considere prehistórico. Apuesto a que le seguirá en su melodía y mantendrán un agradable intercambio de nostalgia mercantil. Y si quiere de verdad arriesgarse, haga un chiste referencial en un centro de día para jubilados como: -¿Qué le dice un Padawán a Marty Mcfly? E inmediatamente después quítese dos puntos de carisma.
Esta muestra estadística factible para el shopping (y para entender la referencialidad de jugador de rol del chiste anterior) la conforman sujetos que conocen/comparten la mística del locus supermercadus, que han paseado los sábados por la tarde por los pasillos de los detergentes y la comida para perros, que ha consumido horas de televisión, que ha pedido por reyes un aparato prehistotecnológico, que son capaces de reconocer pequeñas piezas de cine independiente con ese de “quiero un helado sabor no-quiero-hablar-con-nadie”. Conocen la lírica de los tiempos muertos, de los flourescentes, de los burgers con pringue y poesía posmoderna, de los cafés en la madrugada, de las usanzas del amor en la noche de las discotecas; al fin y al cabo aplican la poética de una cosmovisión del espectador.
Esta rapidez caníbal que supone la mercantilización de la percepción ha conseguido que el homo sampler sea capaz de digerir sin pensarlo y rápidamente (en plan fastfood narratológico) un abanico que va del porno a la reflexión metafísica, del consumismo crítico al chisme del corazón. Y este vértigo en la celeridad también se aplica a los contenidos mercantiles. Somos capaces de asistir a una matanza, al trigésimonoveno partido del siglo, al gesto de clown triste de un broker en el circo de la crisis, a un reverendo Jackson emocionado con el discurso de Obama e inmediatamente después, sin ni un sólo parpadeo, asistir a un nuevo capítulo del culebrón deportivo del momento o al estado lisérgico de una modelo que ha ingerido una aceituna con nuevos sabores y que no engorda. Nuestra forma de ver/comer se ve zarandeada por la velocidad y por el Síndrome del intermitente: ahora comer filetes, ahora refrescarse con cola, ahora comer hamburguesas, ahora comer sano, ahora perfumarse con un aroma trademark, ahora limpiar el baño con este producto químico, ahora escuchar punk, ahora country independiente y ahora new metal. Ahora ver Lost, ahora The Wire.
Pero llega un día en el que te dicen: “Señor, páseme la pelota” o “trabaje sin darse de alta ocho horas y cotice tres”. Oh tempora! Llega el día que las resacas se recuperan en dos días solazado y llega el día en el que el siniestro paro impide abrir los párpados en la mañana. Llega el día en el que Orzowei, Maradona, Gordillo, los marcianitos, las coderas, las rodilleras, la cinta vhs, las vacaciones en Alicante, las hombreras, los vaqueros nevados, los dos canales de televisión son nada y debajo de todos ellos encontramos propietarios. Sólo bienestar, nivel de vida. Una ilusión que en el reverso tiene la fecha de caducidad de un cuerpo, esa que anuncia la herida. Y tú vienes a herirnos, reviviendo los más temibles sueños imposibles, tú vienes para hurgarnos las imaginaciones, escribía un avejentado Gil de Biedma..
Y sin duda como culmina Belén Gopegui en “El padre de Blancanieves”:“Detrás del salario usado como abono, soborno o recompensa, los departamentos de las universidades, los despidos y los gritos, la docilidad y los pimientos rojos y las televisiones y los pájaros, la lámpara encendida, el sillón de orejas, los directores de recursos humanos, la composición del detergente, la depresión, el agua, las fichas del parchís, los cementerios, las latas de mejillones, los preservativos y los dientes, los animales y las gasolineras, las películas y los muertos, los créditos y la imaginación, detrás de la clase de vida por la que discurrimos hay, siempre, propietarios que calculan sus beneficios”.
¿Quién te escribirá canciones de amor cuando yo sea señor de tus recuerdos? cantaba Leonard Cohen en Priest. Cuando el chiste/estribillo/canción /gag para el youtube -en los que el ansia de haiku por la brevedad (en su desviación de geek de la cultura japonesa)- sea una expresión completa de lo falso, carezca por completo de alguna referencia a lo vivido y esté construido con una imaginación basada en los diálogos de Tarantino, el don del secreto de JJ Abrams, en besos filmados por Hitchcock y sexo a lo Rocco Sifredi, los dueños de los recuerdos y de las fugaces melancolías que vendrán ejecutarán su juicio sumario: es nuestro vuestro hedonismo. No future! se serigrafiará en las camisetas de D&G.
A pesar de todo, Jenkins, Johnson y Wu Ming sostienen que la cultura pop, en los últimos treinta años, ha alimentado nuestros cerebros con una dieta tan portentosa que ha producido un aumento constante de las capacidades cognitivas y los cocientes de inteligencia. La opinión común: televisión y videojuegos son el opio del pueblo, la sociedad de masas tiende a aplanar el encefalograma de los individuos. ¿Ser más inteligentes para comprar mejor? ¿Dónde el cambio microfísico que derrote deseos acumulativos? ¿Por qué no tener/recuperar como referentes culturales inmensos, hermosos útiles?
Si la muy divertida agencia McCann Erickson tipifica a las familias vegetarianas como aburridas en su dieta, torpes en las veloces autopistas hacia el accidente, plagada de lugares comunes y de motivo de mofa y escarnio del sesentayochismo, la familia inmigrante –por ejemplo- puede ser pasto de la mirada carnívora del creativo/espectador desde conceptos formalmente solidarios de onegeísmo publicitario moralmente aceptables. Pero el consumidor será incapaz de enfrentarse a la experiencia solidaria cuando la familia pase por su lado de camino al restaurante norteamericano que vio en la tele, cuando viva en el piso de arriba, cuando exija sus derechos. El carnívoro será muy torpe para reaccionar moralmente a las acciones de miedo, rechazo o los lugares comunes del racismo de baja intensidad español. La refencialidad carnívora de comerse un filete, de tener un móvil de pantalla táctil, de conseguir vuelos baratos, de sentir pena televisiva por aquellos que eligen las rutas antiguas desde Noadibú, nada tiene que ver con los sufrimientos en un matadero, el coltán y la República Democrática del Congo, la CIA o el hambre en África. Nada tiene que ver con la vida indigna en el planeta en una pirueta de colapso moral. Ya lo dibujaba El Roto. Una peluquera y una clienta mantiene este diálogo:
-A mí los inmigrantes me dan mucha pena.
-A mí cuando no me dan miedo, también.
Los jóvenes del futuro lo tendrán más fácil que esta generación de melancolías mercantiles que hace cola durante toda una noche para conseguir ser el primero en encargar la última consola de videojuegos, una semana al raso para optar a un piso de precio digno y que cree que el capitalismo no es el culpable. Y el ejemplo lo tienen en ese suceso tan triste y a la vez iluminador de la socialización en la mercancía. Niños y niñas –filmados para subir a internet- que se alegran de tener físicamente cosas. Expresan desde una sorpresa lastrada por el consumo e imágenes, de euforia deportiva, de triunfo tosco en concursos televisivos; con la teatralidad excesiva –televisiva- del que se sabe grabado (qué diremos de las cámaras de vigilancia en las ciudades) aunque no haya cámaras, sólo el ojo que le ha regalado-comprado el objeto. Los niños y niñas gritan, se retuercen poseídos, rompen el papel de regalo y celebran la posesión, que será breve, del último aparato tecnológico de divertimento.
Ocho de cada diez carnívoros confirmarán que esa es la verdadera felicidad. Exigir nuestro derecho a suplicar por lo nuevo. Para seguir y seguir disfrutando, como concluye la voz en off.
Pero ¿y los dos que quedan?

21 noviembre 2008

Aniversario de La fuga


La imprescindible librería sevillana La Fuga cumple 4 años, por eso os invitamos este Sábado 22 de Noviembre a partir de las 19:00 h a que os paséis por el local de la librería (C/ Conde de Torrejón, 4 -Alameda de Hércules, Sevilla-)
Para que la fiesta sea plena, además de vino y algún recuerdo con el que nos gustaría obsequiaros, contaremos con la presencia de personas que son referentes para nosotros y que han querido sumarse al aniversario aportando su buen hacer escénico:
A partir de las 19:00, Isabel Escudero y Agustín García Calvo recitarán de viva voz, esta visita coincide con la reciente publicación de Gorrión, migajas.... y de Suma del vuelo de los hombres, últimos libros de poesía de estas dos voces imprescindibles en el panorama poético actual.
A continuación recitará Luis Melgarejo, que de nuevo nos visita desde Granada para regalarnos esa forma tan especial de decir de viva voz sus textos
Para terminar, Miguel Ángel García Argüez, nos presenta su nuevo proyecto musical: ARWEZ, esta vez en formato acústico, acompañado por Celia Romero.

Vuestro apoyo diario es uno de los pilares más fuertes en los que se basa La Fuga. Sin ese apoyo constante, tanto a nivel personal como profesional, este proyecto no sería nada, esta celebración se pretende colectiva, de agradecimiento por estar tan cerca a diario, por conseguir que esta historia empiece a estabilizarse, espero que nos veamos este Sábado, besos y abrazos.

Ou yé, grand master flash Gallego.

12 noviembre 2008

Elena Medel sobre Libros de la Herida, FEMIGRAMA y más

El Correo de Andalucía, 12 de Noviembre 2008

Mesa de novedades: tiranía. Los suplementos culturales no les informarán sobre publicaciones con más de cinco o seis meses de antigüedad, y muchas revistas niegan hoy en su batiburrillo cultural un espacio para los libros editados antes de septiembre. ¿Dónde quedan, entonces, las colecciones minúsculas sin un responsable exclusivo para medios de comunicación, aquellas que carecen de distribuidora y confían en el boca oreja del lector y la resignación del librero? ¿Cómo puede llamar nuestra atención una obra con uno o dos años de vida, si ha desaparecido de nuestra vista en la prensa y en las tiendas?

En un viaje largo me acompañan los dos poemarios más nuevos del catálogo de Libros de la Herida; del título que lo inauguró —Todas las puertas abiertas, de Pedro del Pozo— ya les hablé aquí con entusiasmo. En la ida ocupa el asiento contiguo Compañero enemigo, de Juan Antonio Bermúdez; en la vuelta, paseo entre la cafetería y el vagón con Manuel Fernando Macías y La criminal pasión de poseer.

Los poemas de Bermúdez, que nos confirman como nadadores sin rumbo ni costumbre, zarandean más que arrullan: el peso reflexivo se impone al ritmo dulce de los versos. Y los de Macías hilan imágenes, nos deslumbran sus casi greguerías, esos hombres que avanzan empujándose porque no se cabe ya en este mundo. Transmiten calma y, al mismo tiempo, inquietud por la que se nos viene encima; pero, sobre todo, los textos de Bermúdez y Macías, estos libros de los Libros de la Herida, acompañan.

Libros de la Herida constituye una iniciativa heroica, bellísima: poemarios que nos remueven, con un contenido jugoso y un continente elegante, de diseño limpio y a mayor y más hermosa altura que muchas editoriales de renombre. Compañero enemigo y La criminal pasión de poseer abandonaron la imprenta en octubre del año pasado, pero su intensidad merece todos los titulares, todos los lectores. Cómprenlos –en La Fuga, por ejemplo–, apoyen la iniciativa, y disfruten del placer de la buena literatura por la buena literatura.

Un lujo de cartel el de la inauguración de Femigrama.

Recitarán tres magníficas poetas: Sofía Castañón, Beatriz Ros y Miriam Reyes. Además habrá un concierto de la cantautora Merche Corisco.
Es en el Centro Cívico Las Sirenas (Alameda de Hércules, 30), en Sevilla, a las 19 horas.
Presentan el acto los poetas José María Gómez Valero y David Eloy Rodríguez.

Acercando Orillas en Madrid y Oviedo


Noviembre, 12, a las 20:00h., ACERCANDO ORILLAS, con Ángela Ramos, Juanjo Barral, T.S. Norio y Nacho Buzón,

en La Asosiación Cambalache (Martínez Vigil, 30-bajo) Oviedo

Noviembre, 13, a las 21:00h., ACERCANDO ORILLAS, con Ángela Ramos, Lucas Rodríguez, Inma Luna, Ángel Petisme, Déborah Vukusic, Verónica García, Roxana Popelka, Matías Escalera y Mada Alderete,
en Club Bukowski (San Vicente Ferrer, 25 - Malasaña). Madrid.


Además:
Ou yeeee

BandaBardò + La Barca de Sua, día 6 de Diciembre en la Sala Caracol, Madrid, 21h.

www.bandabardo.it

www.myspace.com/bandabardo

04 noviembre 2008

LAS CENIZAS Y ACERCANDO ORILLAS


Ya están "Las cenizas de Salvochea". Pueden pedirlas aquí o aquí o aquí. O revisen su buzón en las próximas semanas.

Y ya está aquí también la gira canaria:

La editorial canaria Baile del Sol prosigue con su gira de presentaciones, lecturas poéticas y encuentros por todo el estado. Se llama “Acercando orillas” y la realizan por tercer año consecutivo.
Formarán parte de un programa intenso, con interesantísimos autores de las islas (José Manuel Hernández y Daniel Bellón - que conduce Islas en la Red- y del sur de la península.

Estos son los datos de ambos recitales:

En Sevilla:

Noviembre, 5, miércoles
19,30 h.

Intervienen: Carmen Camacho, José Manuel Hernández, Daniel Bellón, Juan Antonio Bermúdez y Pedro del Pozo.
Presentan: David Eloy Rodríguez y José María Gómez Valero.

Lugar: Casa del Libro (Velázquez, 8).

En Cádiz:

Noviembre, 6, jueves
21,00 h.

Intervienen: David Franco Monthiel, José Manuel Hernández, Daniel Bellón, Miguel Ángel García Árgüez y Manuel Fernando Macías.

Lugar: Centro Social La Fábrika (Plaza de la Cruz Verde).


En Huelva:

Noviembre, 7, viernes
11,30 h.

Intervienen: Rafael Delgado, José Manuel Hernández, Daniel Bellón, Fernando Esteves Pinto y Willy Rodríguez.

Lugar: Salón del Libro Iberoamericano (Casa Colón, plaza del Pozo, s/n).


Los eventos y convocatorias de Baile del Sol puedes seguirlas aquí.


Big Ideas (don't get any) from James Houston on Vimeo.