20 octubre 2012

Miedo de ser escarcha (revisited)



TIERRA CALCINADA

Aquí hubo materia. La arrancaron.

Cerezos abrasados por la palabra cerezo,
amores domesticados en la trabazón.

Nos alimentamos, como los antiguos bosques,

de lluvia ácida, de ramas rotas, de hojas caídas.

¿Cuánto durarán las provisiones?


Hay cercados rodeando la desolación.

Hay escaparates contigo dentro.
Hay un apocalipsis ahora.





Miedo de ser escarcha -edición actualizada- (Editora Regional de Extremadura, 2012), de David Eloy Rodríguez.

07 octubre 2012

LOS CRITIBA



Un típico latiguillo de algunos critibas*, del que se hace eco más de un buen crítico, consiste en decir que la novela social llegó a ser inútil cuando los temas que trataba empezaron a ser aireados por la prensa y por los libros de sociología. Por este mismo argumento, en todos los países donde la prensa sensacionalista airee y hasta huracanee las crónicas de sucesos y donde se publiquen estudios de criminología, se hacen inútiles las novelas policíacas, de crónica negra y de aventuras; donde se publiquen revistas eróticas y, por ejemplo, los libros de Freud y de Reich, sobran las novelas amorosas y eróticas; y donde se publiquen las obras de los grandes psicólogos, sobran las novelas basadas en la creación de caracteres complejos; y donde se publiquen las obras de Aristóteles, Espinoza, Kant, Hegel y Heidegger, están de más las llamadas novelas metafísicas; y donde proliferen la ciencia y su divulgación deben desaparecer los cuentos y relatos de ciencia ficción; etcétera.
Suele ocurrir, sin embargo, precisamente lo contrario, y no sería difícil descubrir por qué y a quién conviene que sea así. Pero, además, la falacia del argumento queda aún más patente si se tiene en cuenta que la prensa y los medios de difusión, en los países donde se supone que hay libertad de palabra, casi siempre están controlados por monopolios y semimonopolios o grandes compañías que más que informar, desinforman: la prensa libre sólo es libre para el que tiene una, como dijo no sé quién. Los tratados de sociología y la información periodística sobre la sociedad, en una sociedad clasista, no invalidan, en modo alguno, la literatura de intenciones sociales; lo que sí puede hacer la llamada libertad de información, y con tanta o mayor eficacia que la censura, es crear una sensación de libertad que adormezca o desvíe el deseo de libertad, tanto en la literatura como en la vida. Es muy fácil descubrir por qué y a quién conviene que sea así.
Un último criterio de los critibas y de algunos críticos que quiero discutir es el de la supuesta ineficacia de la literatura social. Atribuyendo a los escritores “sociales”, con razón en general, un deseo de cambiar la sociedad, realizan el malabarismo sofístico de atribuirles la suficiente ceguera mental como para confundir los libros con las armas. Para cambiar la sociedad, le dicen al autor “social”, son infinitamente más eficaces las armas o la acción política que las novelas o los poemas; y se quedan calvos al decirlo. Chistes fáciles, citas de Octavio Paz o Carlos Fuentes y algún adjetivo o adverbio que exprese ingenuidad combinados con alusiones al “arte comprometido” suelen acompañar las invitaciones, no siempre veladas, a abandonar la pluma y coger el fusil. De mí puedo decirles, y creo que esto vale para muchos escritores, y no sólo de mi generación, que jamás he tenido la ilusión de que una obra literaria pueda cambiar la sociedad; pero también que, puesto que mi principal vocación ha sido, desde muy temprano, la de escritor, he aspirado a que mis obras literarias puedan contribuir, repito contribuir, a cambiar la sociedad. Contribución indirecta y mínima, en todo caso, y siempre difícil de medir, pero que no por ello deja de ser contribución.
El sofisma empieza cuando se compara la posible eficacia literaria con la eficacia política o bélica. Ni siquiera el Canto General de Neruda, con sus millones de lectores (pero no olvidemos que uno de ellos fue el Che Guevara), puede ser comparado en eficacia política o bélica con una huelga general o una guerrilla bien planeadas. Pero mientras el mundo siga siendo, para la mayoría de sus habitantes, ancho y ajeno, en el mundo tendrá que haber huelgas generales y guerrillas, pero también —probablemente— novelas y poemas. La literatura realista lo que ofrece a sus lectores es un conocimiento de la realidad, y su contribución a los cambios sociales y políticos, si existe, pasa a través de ese conocimiento.
Sucede, sin embargo, que a los critibas e ideólogos próximos o dependientes de la ideología dominante les molesta que la literatura proponga un conocimiento profundo y total de la realidad o de algunos de sus aspectos que la clase en el poder se esfuerza por mantener desconocidos o mal conocidos. Prefieren y preconizan una literatura que proponga un enturbiamiento total de la vida mediante la superposición de esquemas ideológicos de confirmada eficacia mitificadora. Una clase ascendente ataca siempre con la realidad, una clase descendente se defiende siempre con la irrealidad, con mitificaciones e idealismos, en buena parte readaptados de la vieja clase a la que ella misma derrotó. En el fondo de esta cuestión de la eficacia creo que hay un cierto error de planteamiento de la teoría y la práctica del llamado “arte comprometido”. Y el error arranca desde el principio, quizá desde Sartre. Pienso que habría que invertir los términos: “arte comprometido” es el que está comprometido con la clase dominante, que es algo real y concreto que continuamente está exigiendo e imponiendo el compromiso a escritores y artistas; el arte que, dentro de su campo específico, afronta la realidad, con frecuencia enfrentándose con la clase dominante y su ideología, es una arte libre —y casi siempre arriesgado y poco “brillante”—, un arte que preconiza el cambio, el cual es siempre algo sin concretar, todavía no real, algo que exige verdadera libertad de imaginación.
Sólo dos cosas, pues, pueden hacer que la literatura realista sea ineficaz: su propia falta de calidad literaria y/o, aunque tenga ésta, la falta de lectores; si aquélla es atribuible al autor o a cada obra en particular, la falta de lectores para las obras de calidad no se puede explicar sin tener en cuenta también la acción interesada y poderosa de los que, por uno u otro medio, logran controlar la cultura y su difusión.

 "Cuatro notas a manera de epílogo", para la reedición en 1982 de Central eléctrica, de Jesús López Pacheco

*Para López Pacheco critiba es a crítico lo que escriba a escritor:

Entre los críticos tiene que haber, y creo que hay, critibas, criticanos, criticantes y criticadores. No creo necesario, ahora, intentar la caracterización de todas estas categorías. Baste insistir en que todas ellas implican un cierto grado de proximidad y dependencia, consciente o inconsciente, respecto a la ideología dominante. Hace falta aún precisar que, como suele ocurrir con las clasificaciones, ésta que propongo no es en modo alguno tajante, pues en muchos críticos, y hasta buenos críticos, se dan, mezcladas en diversas proporciones, las características de dos o más categorías.



03 octubre 2012

CERCANÍAS 2012

Hoy miércoles 3 de octubre, se presenta, en la Asociación Cultural La Imprenta, CERCANÍAS (edición 2012), segunda edición de éste ciclo de encuentros y recitales poéticos. Bajo el subtítulo “Reflexiones abiertas sobre poesía contemporánea”, se concibe un proyecto que pretende ser un punto de partida para poner en común diversos enfoques, modos y campos de acción de las prácticas poéticas de hoy, asumiendo su diversidad, intentando contribuir a la visibilización y reconociendo el potencial de la creación poética como herramienta de análisis, cuestionamiento y transformación frente al actual estado de las cosas.

A las 20.30 horas, en la Asociación Cultural La Imprenta (calle González Cuadrado, 22), se presentará el cartel con la programación completa del ciclo CERCANÍAS. Además, tenemos la suerte de contar con lxs poetas Daniel Bellón (Las Palmas de Gran Canaria) y Beatriz Viol (Barcelona) que se encargarán de ponerle voz a la poesía esa noche.
En esta nueva edición de CERCANÍAS, poetas de Sevilla, Valencia, Las Palmas de Gran Canaria, Barcelona, Oviedo, La Serena (Chile), Cádiz o Madrid, compartirán tiempos y espacios; versos, razones y pasiones para reflexionar en torno a la creación poética actual. Entre los autorxs: Daniel Bellón, Beatriz Viol, Benjamín León, David Eloy Rodríguez, Víktor Gómez, Arturo Borra, María Ángeles Maeso, Carmen Camacho, T. S. Norio, Miguel Ángel García Argüez, María Salgado, José María Gómez Valero o Miguel Veyrat.

miércoles 3 de octubre ::::: 20:30h
La Imprenta [c/ gonzalez cuadrado, 22]
PRESENTACIÓN CARTEL CERCANIAS 2012 
Beatriz Viol (Barcelona)
Daniel Bellón (Canarias)

miércoles 10 de octubre ::::: 21:00h
La Fuga librerias [c/ conde de torrejón, 4]
Benjamín León (Chile)

jueves 18 de octubre ::::: 19:00h
CAS - centro de las artes de sevilla [c/ torneo, 18]
David Eloy Rodriguez (Sevilla)

viernes 26 de octubre ::::: 21:00h
La Gallina Clueca [c/ abad gordillo, 16]
Víktor Gómez (Valencia)
Arturo Borra (Valencia)
sábado 10 de noviembre ::::: 13:30h
La Fuga librerías [c/ conde de torrejón, 4]
Miguel Veyrat (Sevilla)
jueves 15 de noviembre ::::: 21:30h
La Fuga librerías [c/ conde de torrejón, 4]
María Ángeles Maeso (Soria)
viernes 16 de noviembre ::::: 19:30h
Centro Vecinal Pumarejo [pza. del pumarejo]
Carmen Camacho (Sevilla)
viernes 23 de noviembre ::::: 21:00h
La Fuga librerías [c/ conde de torrejón, 4]
T. S. Norio (Oviedo)
viernes 30 de noviembre ::::: 19:30h
Centro Vecinal Pumarejo [pza. del pumarejo]

Miguel Ángel García Argüez (Cádiz)
María Salgado (Madrid)
sábados 20 y 27 de octubre (17:00h - 18:30h)
La Fuga librerías [c/ conde de torrejón, 4]
[inscripción previa]

TALLER DE POESÍA PARA NIÑXS
Impartido por José maría Gómez Valero y David Eloy Rodríguez
durante todo el ciclo
La Fuga librerías [c/ conde de torrejón, 4]
Exposición
ESTILEMAS
Francisco Lira