Comienza como un daño del tiempo
en mitad de la vida en tus ojos.
Viene con sus sicarios tan sombríos,
a traición, exigiendo una venganza
de indigna y pequeña alma.
Siempre ajusta las cuentas con los días
tachados, con los días perdidos,
a golpes de hiel, a golpes de inercia
a golpes de desesperanza.
A golpes.
La depresalia, espina tragada.
Erizo, amor, la ira, el vértigo,
comienza en nuestras manos
en las que aún quedan palabras.
Comienza cuando nos fuerza
a agachar la cabeza.
Cuando en nuestros pies aún quedan verbos.
2 comentarios:
Me quedé días embovado con el último verso =)
usted siempre tan cumplida.
gracias amiga.
salur
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