Amenaza el horizonte con geometría
bajo los nuevos dioses y su espíritu dado.
Abarcan mis manos vacías los campos.
La luna sobre el terruño
que no sabe de su dueño ahora.
Justo antes del alba vendrán.
El ruido que forman las corrientes
batiendo en los riscos será nada.
La música del alba en las montañas
enmudecerá. El caudal de sangre.
Mesta húmeda. Aguas de espada.
Asaltarán el surco que ahora vigilo.
Aún mi corazón cabalga
por los campos sin límite
y aún el dulce fruto espera
en su pulpa mi aliento indócil.
4 comentarios:
la poética de los vigías me mola mucho... he pintado varios cuadros con ese tema, en serio
los vigías y la resistencia tienen mucho que ver, claro...
muy bueno este poema, david,
y me encanta tu blog, siempre me doy una vuelta por aquí.
un abrazo desde rosario, argentina.
gracias a los dos por visitar y dejar unas letras.
le hago una reverencia a esos cuadros.
Salud
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