28 septiembre 2009

Una razón para recordar a Fermín Salvochea


“Quien acepta el mezquino y vil salario/ presta a la Propiedad vida y aliento,/ ¡cuando debiera siempre el proletario combatirla con furia y ardimiento!” Fermín Salvochea, “La expropiación”, Suplemento al número 48 de La Revista Blanca, Madrid, 14.4.1900.
1. Si don Fermín escuchara los redundantes cantos de sirena de los logos y las marcas. O si hubiera naturalizado enfrentarse a un espejo para ensayar una sonrisa vendida antes de una entrevista de trabajo o un casting. Si don Fermín se ahogara en el nudo corredizo de las hipotecas. O si asistiera, colmado de prejubilaciones, a las deslocalizaciones de las grandes multinacionales en busca de manos baratas. ¿Qué haría?
2. Aquellos y aquellas que creen que pasean por los brillantes y nacarados suelos de mármol de la comodidad y la afable tecnología en realidad avanzan sobre la cuerda floja de la servidumbre: precarización ontológica y liberalismo existencial. Ambas, caladas en lo más profundo como enemigo dentro, han reseteado como un disco duro doscientos años de sangre y muerte en las calles, doscientos años de conquistas obreras. El Mal las ha convertido en un puñado de teselas de un mosaico del horror. En piezas de un puzzle que para ellos no existe. No es que ellos tensen la cuerda, los nudos de hierro, sucede que aflojas y no dejas de aflojar. Y ellos la van recogiendo. El Mal ha desarmado mental y físicamente las hermosas armas que latían en la vida cotidiana. Y ahí: las disponibilidades, siempre alertas con sus treinta monedas.
3. Trabaja en casa. Queremos darnos de alta en tu vida, no te preocupes, ven y diviértete. Relájate y disfruta. Las órdenes continuas asedian la atención abotargada en un fluido sibilino y exultante a la vez. La trampa de la riqueza y el bienestar comienza en el infierno de la normalidad donde el yo se gestiona como una empresa en un pragmatismo que somete la amistad a los beneficios simbólicos y económicos, que agiliza recursos personales, amplia mercados y es capaz ser empática, solidaria, competitiva. La gestión de este estado de excepción, también llamado vida moderna, deviene en regla a la hora de sobrevivir en los minifundios solitarios que aguardan en la cola del supermercado. Las almas en pena, patologizadas en la angustia, depresión, astenia, cansancio vital, desórdenes alimenticios, emocionales, se refugian en la contemplación del espectáculo como forma más eficaz de intervención en el estado de cosas. Es así, dicen desde su sillón a plazos y su derecho irrenunciable a atiborrarse a langostinos en Navidad. La normalidad es infelicidad que espolea el consumo, que a su vez es generador de insuficiencias en la estima propia.
4. Sé tu mismo es la lección profunda y bien aprendida de los ciudadanos y ciudadanas que se postulan como ejemplos avanzados de la humanidad, cobijados tras las altas murallas y las fronteras del bienestar. Los que sueñan ser sirvientes aguardan en las alambradas. ¿Podemos permitirnos mantener a los trabajadores y trabajadoras inmigrantes en situaciones de precariedad para el perenne chantaje? ¡Claro!
5. Es este cinismo, don Fermín, elegantemente nihilista una forma de vida insostenible. Son como ratones que corren en la rueda para correr más. El mundo se calienta y la gente se hace más fría. No existen ojos para tantas cámaras de videovigilancia. Para los habitantes del primer mundo las armaduras están vacías, la amenaza de los príncipes es el dominio sin amos. No hay necesidad de mandar. La jaula está en el interior del pájaro. Para los demás: el puño, el fósforo blanco, las ong’s, el FMI, los periodistas.
6. El combate, Don Fermín, ahora es por lo evidente, por demostrar que la nieve es blanca, que hay que pedir lo posible aunque esté permitido. Y que lo que sabemos empiece a hacernos daño. Y que ese daño se comparta con los damnificados, con aquellos y aquellas que son víctimas de la normalidad, del infierno insostenible en el que el primer mundo se pudre.

6 comentarios:

Unknown dijo...

Adorable...

Ernesto Laguna dijo...

¡Qué resumen de clarividencia!
Y una lástima, que no sea obligatorio para todo habitante del planeta, llegar a comprender hasta el último resquicio de este texto...
Sería bastante más provechoso que cualquier otra obligación de las que históricamente han sido: desde hacer la guerra hasta rendir pleitesía...
Gracias por plasmar tantas intuiciones en una prosa accesible.

DFM dijo...

gracias!
es un placer verlos por aquí.

salud.

la luisa dijo...

david, está usted que se sale de su merced más pródiga, qué gloria. muchas gracias por palabras tan necesarias y reverencias munchas de to la gente daquín del fajr y brazos y pellizcos. Palabras de vida verdadera. Y que nos vemos en nadená. se os quiere, l.

deefeeme dijo...

gracias, master flash.
e usté un crack.
que bien que lo hemos pasao.

brezoç grandhes

Juan José López JARILLO dijo...

Una razón para recordar a Fermín Salvochea :Una razón más.Otra razón