Tavares (1970) es un escritor con una pantagruélica voracidad conceptual y un tenaz defensor de la literatura de ideas. Sus dos libros traducidos al castellano forman parte de proyectos teóricamente ambiciosos que se estructuran en dos series. Por un lado, están los libros negros, que indagan en las distintas formas que puede adoptar el mal. Son textos muy duros, marcados por la violencia y una escritura casi minimalista. Por otro lado, una colección de libros ilustrados sobre personajes imaginarios que habitan un barrio literario. Delicadas calas en la tradición culta del último siglo con unas bonitas ilustraciones que recuerdan vagamente a Saint-Exupéry: a El señor Valéry han seguido El señor Henri –dedicado al pintor y poeta Henri Michaux– El señor Juarroz y El señor Brecht.
Perfeccionismo
Un pájaro cayó abatido por un disparo. Acababa de cruzar la frontera.
El peligro de la cultura
La gallina pensaba tanto, y era tan culta, que tuvo una obstrucción interior y dejó de poner huevos. La mataron al día siguiente.
Libertad de elección
Era una librería que vendía un solo libro. Había cien mil ejemplares numerados del mismo libro. Como en cualquier otra librería, los compradores se demoraban, dudando sobre qué número escoger.
Mal negocio
Empezaron a quitarle la piel al cerdo para después comérselo.

—No-soy-un-cerdo-soy-un-hombre.
La pareja se arrodilló y se puso a llorar.
—Este cerdo habla. ¡Qué rentable habría sido!
Diamantes
En lugar de uvas, los racimos del reino dejaban caer diamantes sobre la tierra.
—¡Diamantes, diamantes, diamantes! Hace años que no se ve otra cosa –se quejaba el productor.
Los poetas
Los poetas en una enorme fila que rebasa ya la esquina de la manzana siguiente, aprovechan el momento de espera para rellenar cuidadosamente el formulario.
El maestro
El maestro más importante de la ciudad quería dibujar una circunferencia, pero se equivocó y acabó dibujando un cuadrado.
Pidió a sus alumnos que copiaran el dibujo.
Los alumnos lo copiaron pero, por error, dibujaron una circunferencia.
El barrio

2 comentarios:
¡Que buneíizimo!
sí que lo es!
salud!
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