para golpear desde la palabra,
para continuar en pie amándonos,
para mirar el rostro de la muerte,
y seguir soñando, seguir viviendo.
Hemos venido para no volver,
para despertar en el paso adelante
y ser cada día un único cuerpo
que desea una luz en carne viva,
un verbo de plural desinencia.
Hemos venido para cambiar la vida.
Nuestro terror será suave caricia
en los tiempos de mordaces bozales.
Hemos venido para formar parte,
para ser poema, para ser trabajo.
Hemos venido para esperanzarnos,
para vivir de nuestras manos,
para tener un nombre sin fiebres
deudoras o vómitos mensuales,
para ser gritos o cuchillas que desentierren
las podridas raíces.
Hemos venido para ser feroces
a pesar de mandíbulas
y de segundos despojados,
a pesar de domingos asignados
a la cómoda muerte.
Hemos venido para preguntarnos,
para vivir a la intemperie,
para ser un instante incómodo
4 comentarios:
GENIAL ¡¡¡
Digno himno de una inspiración que nunca puede ser casual ni gratuita. Felicidades, David.
Para eso estamos, para eso hemos venido, ciertamente.
arrasada incendiaria de conciencias!!! me lo llevo al fcbk. Por cierto, conoces el poema de Antonio Orihuela que toma el mismo palíndromo por título? Salut!
Hemos venido..fueron las palabras que mas me resonaron luego de leerlo y releerlo, como estudiante de Letras de la Universidad de Buenos Aires te tengo una sana envidia por la publicación jaja, y a eso se le suma las imágenes, que para mi gusto son un poco fuertes, pero respeto la decisión de ponerlas..Saludos!
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