Soy el que te arregla la lavadora,
el valedor de tus herejías,
el más malvado de tus enanos,
tu medidor de monotonía.
El que se acuesta con tus pecados
en calzoncillos, tu abanderado,
soy lo más complejo que has conseguido simplificar,
soy tu primitivo civilizado y occidental.
Soy el más estoico de tus romanos,
sin ser estoico, sin ser romano.
El corruptor de tu economía,
esa inflación que te mete mano
con fruición, golosinería,
consumidor de tu anatomía,
soy lo más disperso que has conseguido cuantificar.
Soy tu primitivo civilizado y occidental,
soy el exponente que te propone multiplicar
esa porción insignificante de humanidad.
Soy el resultado de lo que he sido,
lo que tú quieres,
lo que has querido de explicación.
Soy la realidad de todos los días,
el que te come las magdalenas,
inquisidor de tus brujerías,
lacerador de tus alacenas,
reposo para las ambrosías
de tu esquisita sabiduría,
soy lo más violento que has conseguido dulcificar.
Soy tu primitivo civilizado y occidental,
soy el exponente que te propone multiplicar
esa porción insignificante de humanidad.
Soy el resultado de lo que he sido,
lo que tú quieres,
lo que has querido de explicación.
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