Rebelión
La televisión italiana invitó en 1962 a un director de cine a responder con un filme a la pregunta "¿por qué en todo el mundo se teme a la guerra?". El elegido fue Pier Paolo Pasolini, que realizó la película La rabbia y que no llegaron a emitir. Con su habitual espíritu crítico y su lucidez sin miedo a las más crudas verdades, el director de El Decamerón o Saló los enfrentó a la fuerza de la cólera que surge frente al aguante.
La respuesta de Pasolini a la pregunta planteada inicialmente era sencilla: la lucha de clases explica la guerra.
El filme termina con un soliloquio imaginario de Gagarin, que, después de observar la Tierra desde el espacio exterior, comenta que todos los hombres, vistos desde esa distancia, son hermanos que deberían abjurar de las sangrientas prácticas del planeta.
Sin embargo, lo esencial es que la película contempla experiencias que tanto la pregunta como la respuesta dejan de lado. La frialdad del invierno para los indigentes. La calidez que el recuerdo de los héroes revolucionarios puede reportar, el carácter irreconciliable de la libertad y del odio, el aire campesino del papa Juan XXIII, cuya mirada sonríe como una tortuga, las culpas de Stalin, que eran las nuestras, la diabólica tentación de pensar que las luchas han terminado, la muerte de Marilyn Monroe y la belleza, que es lo único que queda de la estupidez del pasado y el salvajismo del futuro, la naturaleza y la riqueza, que son la misma cosa para las clases pudientes, nuestras madres y sus lágrimas hereditarias, los hijos de los hijos de los hijos, las injusticias que surgen incluso de una noble victoria, el pequeño pánico en los ojos de Sofía Loren al observar a un pescador abrir con las manos una anguila en canal...
Los comentarios que se superponen a la filmación en blanco y negro los hacen dos voces anónimas, que en realidad son las de dos amigos suyos: el pintor Renato Guttuso y el escritor Giorgio Bassani. Una es como la voz de un comentarista apresurado y la otra como la de alguien medio historiador y medio poeta, la voz de un adivino. Entre las principales noticias figuran la revolución húngara de 1956, la candidatura de Eisenhower para una segunda legislatura como presidente de Estados Unidos, la coronación de la reina Isabel de Inglaterra o la victoria de Castro en Cuba.
4 comentarios:
Es una lástima que Paolini estuviera equivocado: La raíz de la guerra, como la de la violencia en sí, no es sociológica, es biológica, es decir, viene predeterminada en nuestro codigo genético...
claro claro
jejeje...
Si quiere conocer secretos del partido comunista uruguayo lea www.loshombresgrises.blogspot.com
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