29 abril 2007

LOS AMOS SIN ESCLAVOS

Aún recuerdo aquello que me dijo

cuando tocamos la espuma quemante,

cuando nos bebimos el cáliz del desarreglo:

Vivir conmovido pero no desconsolado.

Vivir furioso

pero nunca cegado por el odio.

4 comentarios:

Ana Pérez Cañamares dijo...

Qué estupendo poema. Y qué buen lema para vivir.

Ana Pérez Cañamares dijo...

Una cosa: ¿te importa si enlazo esta entrada tuya en una mía? Es que el poema me gusta mucho. Gracias.

David Monthiel dijo...

Bienvenida. Gracias.
Claro. Enlaza.
salud!

Anónimo dijo...

Vivir feroz,
siempre feroz,
la ferocidad hecha espada
de luz en la mirada.


Un saludo.