02 octubre 2008

LOS DIAS LABORABLES

Cómo desfloran el silencio de los tedios
con el susurro como semilla de risa.
Cómo esparcen su quietud sobre la tierra yerma
de los escritorios, sobre el cieno sembrado
de números y gritos.
Cómo desertan de su nombre y su cédula.
Cómo arrugan el aliento esquirol,
marchitan la maquinaria secreta
de los días laborables donde se pronuncian
los verbos cansados,
cómo huyen donde ningún augurio les turbe,
donde ninguna sombra se inicia en sus ojos,
donde sus llagas sean nada nunca,
donde la herida sea un eco en la carne,
donde la mandíbula de las mañanas,
donde les muerden
donde descubren
donde que siguen allí.

1 comentario:

nelson mendez dijo...

y el escuchar donde queda .sera que comemos,tocamos ,miramos .pero no somos capaces de oir lo que el otro dice ,el viento que deja una inundacion .siento que se paran en la vereda de enfrente para decir hacen .y no escucho el hago .si el hombre empeso solo ,para vivir en comunidad .quiere decir que hablo y escucho lo que otros dicen .el capitalismo es el problema o nosotros que nos dejamos llevar por el