Volver a alzarse. Levantar la cabeza de nuevo. Por elección o por necesidad. Esto último ya no importa nada.
Mirarnos a los ojos, decirnos que volvemos a empezar. Que todo el mundo se dé por enterado,
cuanto antes.
Volvemos a empezar.
Se acabó la resistencia pasiva, el exilio interior, el conflicto por sustracción, la supervivencia. Volvemos a empezar. En veinte años ha habido tiempo de ver. Se ha comprendido. La extensión de la democracia, la lucha “anti-terrorista”, las masacres de Estado, la reestructuración capitalista y su Gran Obra de depuración social,
por selección,
por precarización,
por normalización,
por “modernización”.
Se ha visto. Se ha entendido. Los métodos y los objetivos. El destino que SE nos reserva. Todo lo que SE nos niega. El estado de excepción. Las leyes que colocan a la policía, a la administración, a la magistratura por encima de las leyes. La judicalización, la psiquiatría, la medicalización de todo lo que se sale del carril impuesto. De todo lo que huye.
Se ha visto.
Se ha entendido.
Los objetivos y los métodos.
Cuando el poder establece en tiempo real su propia legitimidad, cuando su violencia se torna preventiva
y su derecho es un “derecho de ingerencia”,
entonces ya no sirve tener razón. Tener razón contra él.
No hay otra alternativa que ser más fuerte. O más astuto.
También por esto
volvemos a empezar.
Recomenzar no es nunca recomenzar lo que sea . Ni retomar cualquier asunto ahí donde se lo había dejado. Lo que vuelve a empezar siempre es otra cosa.
Siempre es inaudito.
Porque no es el pasado lo que nos mueve, sino precisamente eso que en el pasado
no llegó
a advenir.
Y porque esto lo somos también nosotros mismos,
en tanto que volvemos a empezar.
Recomenzar quiere decir: salir de la suspensión. Restablecer el contacto entre nuestros devenires.
Partir,
una vez más,
de ahí donde nos encontramos,
ahora.
2 comentarios:
caballero, sepa vuesa merced que ando leyendo ese petate o ataíllo de poemas intitulado servidumbre &c y que ya le contaré diosas mediante. a cuidarse endemientras y ya mismo esperamos daros un susto grande y repentino from este orient no express. Brazos 2 y besos de los de parrepartí, L.
ou yé.
que venga ese susto repentino.
que ya sabemos el juego en el que andáis, malandrines,
brezos y abrasos
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