09 marzo 2010
El ingenioso libertario Lizanote de la Acracia o la conquista de la inocencia
MAMÍFEROS
Yo veo mamíferos.
Mamíferos con nombres extrañísimos.
Han olvidado que son mamíferos
y se creen obispos, fontaneros,
lecheros, diputados. ¿Diputados?
Yo veo mamíferos.
Policías, médicos, conserjes,
profesores, sastres, cantoautores.
¿Cantoautores?
Yo veo mamíferos...
Alcaldes, camareros, oficinistas, aparejadores
¡Aparejadores!
¡Cómo puede creerse aparejador un mamífero!
Miembros, sí, miembros, se creen miembros
del comité central, del colegio oficial de médicos...
académicos, reyes, coroneles.
Yo veo mamíferos.
Actrices, putas, asistentas, secretarias,
directoras, lesbianas, puericultoras...
La verdad, yo veo mamíferos.
Nadie ve mamíferos,
nadie, al parecer, recuerda que es mamífero.
¿Seré yo el último mamífero?
Demócratas, comunistas, ajedrecistas,
periodistas, soldados, campesinos.
Yo veo mamíferos.
Marqueses, ejecutivos, socios,
italianos, ingleses, catalanes.
¿Catalanes?
Yo veo mamíferos.
Cristianos, musulmanes, coptos,
inspectores, técnicos, benedictinos,
empresarios, cajeros, cosmonautas...
Yo veo mamíferos.
¡EN EL COVENT GARDEN!
¡En el Covent Garden!
¡Quiero morir en el Covent Garden!
¡Entre las flores y los frutos!
¡Ente las verduras! ¡Entre los animales!
¡Quiero morir junto a los carros
que transportan cebollas y tomates,
junto a las rosas y a los jazmines,
entre melones y guisantes,
entre azucenas y coles,
en el Covent Garden, en el Covent Garden!
¡Quiero morir rodeado de plátanos,
hundido entre las fresas salvajes,
oliendo a margaritas y a pimientos,
respirando el aire, el aire
de los campos lejanos, entre el bullicio
de las carretas y de los bares!
¡Quiero morir entre el tumulto
de los inocentes, de los ambulantes,
y cubrirme de acelgas y de claveles
y que se confunda mi sangre
con el rocío de las uvas!
¡Quiero morir apretujándome
entre los madrugadores, entre los transportistas!
¡En el Covent Garden! ¡En El Covent Garden!
¡Que nadie se dé cuenta de que me muero,
de que se muere nadie, nadie,
cerrando mis ojos junto a las calabazas,
junto a las madreselvas, abrazándome
a las patatas y a los limones,
perdiéndome entre las pieles y las suciedades,
entre las risas de las mujeres generosas
y entre los salivazos de los tratantes!
¡Quiero morir entre las flores y entre las frutas!
¡En el Covent Garden! ¡En El Covent Garden!
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