Hay lugares en los que estuvimos vivos, en los que comprendimos profundamente la vida y deseamos no morir jamás. Estos espacios, unidos entre sí por hilos invisibles, componen en nuestra memoria un decisivo mapa de intensidades y relaciones.
De pronto sucede que un sitio es realmente sentido, vivido, apropiado por los cuerpos; de prondo una calle -o una esquina, o un descampado- se hace presente, se muestra. Ahí, para nosotros, con nosostros, en nosostoros, como si ésa fuera sdu vocación, su razón de ser: de pronto, en una plaza -o en un puente, o en un cuarto compartido- nos encontramos habitando una ciudad secreta.
Hay ciudades secretas dentro de cada ciudad. Las ciudades secretasestán construidas por instantes de tiempo encendido, por fugacidades luminosas. Son, pues, fugitivas, y muy difíciles de fotografiar, pero todos las hemos sentido alguna vez: ciertas y misteriosas, alucinadas y poderosamente intensas.
Tratar de nombrar esas ciudades ha sido una tarea no poco frecuente de las búsquedas poéticas. Los creadores han jugado a ser amantes, niños y locos para poder ver, contar, y cantar, la ciudad transparente y conocida que se oculta, a la espera de aquekllos que quieran inventarla, en la piel de cada ciudad.
(MERCURIO, Panorama de libros de Andalucía, nº 67 Enero 2005)
De pronto sucede que un sitio es realmente sentido, vivido, apropiado por los cuerpos; de prondo una calle -o una esquina, o un descampado- se hace presente, se muestra. Ahí, para nosotros, con nosostros, en nosostoros, como si ésa fuera sdu vocación, su razón de ser: de pronto, en una plaza -o en un puente, o en un cuarto compartido- nos encontramos habitando una ciudad secreta.
Hay ciudades secretas dentro de cada ciudad. Las ciudades secretasestán construidas por instantes de tiempo encendido, por fugacidades luminosas. Son, pues, fugitivas, y muy difíciles de fotografiar, pero todos las hemos sentido alguna vez: ciertas y misteriosas, alucinadas y poderosamente intensas.
Tratar de nombrar esas ciudades ha sido una tarea no poco frecuente de las búsquedas poéticas. Los creadores han jugado a ser amantes, niños y locos para poder ver, contar, y cantar, la ciudad transparente y conocida que se oculta, a la espera de aquekllos que quieran inventarla, en la piel de cada ciudad.
(MERCURIO, Panorama de libros de Andalucía, nº 67 Enero 2005)
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