He pensado tantas noches
que no merecías este esmero en lo ajado,
que no merecías este triste amor,
deber del desdén, yugo desahuciado,
esta supervivencia sin el fruto carnoso
del enconado ímpetu por un fantasma,
sin la cosecha de labios y la tromba de saliva
de esos animales de sábana que son los cuerpos.
He pensado tantas noches
que te debería haber repudiado
desde el primer día que renunciaste
hasta la última palabra que te dedico.
Ni el tiempo ni la realidad
someter a mi deseo pudieron,
reo de haberte creado.
He pensado tantas noches
que no mereces que consienta
que a mis ojos encendidos te asomes,
ni dejar que escuches mi voz
con un metal apasionado.
He pensado tantas noches
que no fuiste nadie para merecerme
desde este sótano, desde este olvido.
He pensado tantas noches
que lo he creído.
Que lo he creído.
Que lo he creído.
4 comentarios:
No quiero resarcirme por el comentario anterior, porque sabes que fue en un momento de furia...pero esta vez quiero que sepas que este poema me recuerda a mis muchas noches en vela pensando, sólo pensando, sólo pensando...sin embargo aún no sé en lo que creo, porque sigo creyendo en ti.
Tras las noches de insomne, me impongo un pomulismo resistente, muy resistente...y aunque solo recibo silencismo...la resistencia permanece.
Donde habite el olvido algún día habitaré yo, mientras, espero y resisto.
ME ha encantado, esuna alegría encontrarte a ver si me paso y te leo un ratito más. Salud!
Publicar un comentario