12 octubre 2004

EXCESO EN COLLIURE

Palacio, coleguita mío, dime,
¿está la venenosa molécula
jugando con tus dulces neuronas
y axones de continua estación rutinaria?
¡Es tan hermosos cuando se alza! Dime,
¿tienen las carcajadas algunos ecos nuevos?
El oceánico regalo de la ciencia ebria
es esta montaña de espíritu en cápsula.
Por estos caminos de sangre/
avenidas del láudano/ ebrios callejones,
se conduce el veneno junto a la vida.
Habrá terror y éxtasis
por cada vaso sanguíneo vivo.
¿Explotó ya en tu entraña, Palacio,
coleguita mío?
Con las primeras flores que creen
en nuestros excesos buscaremos la tierra
en compañeras/ donde en lo más álgido
del desorden/ ellas traerán mañanas
sin resaca/ tardes con esperanza
y largas noches de amor y vicio.

de "Los hermosos bebidos"

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