—Deje
ver —dijo José Daniel Fierro rascándose el bigote con el caño de la escopeta
nueva, un tic que el Ciego deploraba por poco profesional—. Con lo que tiran a
la basura en Queens en Nueva York en una noche, se podría amueblar un pueblo
de Cuzco diez mil veces mejor de lo que está ahora. Con los desperdicios de un
restaurante clase media de Caracas, comen 60 familias argelinas cinco días.
Los solteros que pasean en la noche en Buenos Aires harían las delicias de las
solteras que sueñan solitarias viendo las estrellas de Bangkok. Los libros que
he comprado y no leído resolverían los problemas de una biblioteca para enseñanza
media en Camagüey. Con el salario mensual de un tranviario del D.F. se vive un
día en el César Palace de Las Vegas. Con los discursos de un gobernador priísta
mexicano se pueden volver locos seis detectores de mentiras. Con la lumbre que
hay en los poemas de Vallejo se cocinan todos los hot dogs que se consumen en
un día en Monterrey. Con las palabras que he usado en 35 años para explicarlo,
si las hiciéramos piedras, podríamos haber construido en Texcoco tres pirámides
de Cheops . . . ¿Está claro?
—¿Me
lo repite para grabarlo? —le solicitó Canales muy seriamente.
—Nunca
me sale igual.
La vida misma, Paco Ignacio Taibo II.
No hay comentarios:
Publicar un comentario