16 diciembre 2004

Abbie Hoffman

[...el teatro en el que Abbie fuera pionero aún está presente en las calles]
Al Giordano, amigo y biógrafo de Abbie Hoffman


Abbie Hoffman se hizo famoso en todos los EU como uno de Los 7 de Chicago, el grupo que fue llevado a juicio después de que la Convención del Partido Demócrata de 1968, que se iba a celebrar en Chicago, tuviera que ser cancelada por las protestas de la movilización social contra la guerra de Vietnam. Durante las protestas de Chicago en agosto del 68 - pocos meses después de París, el mismo año de los asesinatos de Martin uther King y Robert Kennedy y de la matanza de los estudiantes de Tlatelolco, en la Ciudad de México - Hoffman amenazó a las autoridades con poner lsd en el abastecimiento de agua de la ciudad durante la convención.
Tal como cuenta Bruce Sterling, uno de los padrinos del cyberpunk, coautor junto a Gibson de algunos libros [2], Hoffman había sido el fundador del YIPP, que asumió en grado hiperbólico el espíritu emancipatorio, hedonista y antiautoritario de la década de 1960. La opción de los yippies fue, no obstante, marcadamente confrontacional, entre lo político y lo criminal, más próximo por tanto a los situacionistas franceses que a los hippies californianos. Como los Pranksters, también tenían una inclinación tecnológica desconocida para los situacionistas. Los yippies fueron pioneros en hackear el sistema telefónico norteamericano, y llevaron a cabo muy diversas formas de hackitecturas y teatro callejero de guerrilla. Una de las principales obras de Hoffman es el libro titualado Steal This Book [Roba este libro], un manual para sobrevivir en el mundo moderno haciendo llamadas de teléfono sin pagar, conectándose ilegalmente a las redes públicas de electricidad y agua, robando en los grandes almacenes y supermercados, ocupando viviendas, etc. Se llegaron a vender y/o robar dos millones de copias [3]. Los propios situacionistas, que hoy consideramos como héroes intelectuales, habían llevado a cabo este tipo de vida aunque sin teorizarlo de manera tan explícita. Según cuenta Greil Marcus, en un momento dado la mitad de los situacionistas estaban en la cárcel, debido a su vida semicriminal y pendenciera. A finales de los años 90, estas prácticas, contra el sistema y la mercancía volvieron a ser retomadas por los sectores meas críticos de la comunidad artística.
Tal como hacían Ken Kesey y los personajes de Easy Rider, Hoffman usaba la bandera de los EU como una constante de su parafernalia, ironizando quizá, pero sobre todo denunciando el secuestro de América por parte de los burócratas, imperialistas y mercaderes. Tal como denunciaba en sus retóricos discursos lo peor de la sociedad se había apropiado de América, marginando al pueblo norteamericano y subvirtiendo sus valores originales. Este fue un episodio más de la guerra de los sueños que la gente de la frontera parece estar perdiendo desde hace décadas. Sin embargo, la guerra aún no ha terminado. El hijo más joven de Hoffman se llama america. "Va a heredar el negocio de la familia" decía Abbie, cuando comenzó con 16 años a hacer campaña contra el toque de queda para los jóvenes en su ciudad [3].
El precedente de Chicago 68 constituía una de las referencias clave durante d2k L.A.. A su vez, algunos de los personajes clave de d2k habían empezado su trabajo político de la mano de Abbie Hoffman.
"No hay un colocón mayor que el desafiar a la estructura de poder siendo nadie, entregarte por completo, y ganar".

1 comentario:

César Espinoza dijo...

Ahora leyendo el libro "La Caza de hackres" de Bruce Sterling, puedo ver los inicios de este "arte", donde "Abbie Hoffman" juega un papel muy importante.........felicidades, muy buen blog informativo...saludos desde Perú.