22 diciembre 2004

SONETO PARA CANTAR UNA AUSENCIA

Las horas pasan, pesan lentamente
vacías de ti, llenas de tu memoria.
Tu ausencia rompe el hilo de mi historia,
aísla como un foso este presente,
dejándome indefenso e inocente
entre la espada aguda de la gloria
de haberte amado ayer, y de la ilusoria
esperanza de amarte enternamente.
No dirijo mi vida, y el futuro
se presenta inseguro, turbio, incierto.
Ma atengo sólo a ti, que no te tienes.
Me inclino sobre ti, endeble muro
de mis lamentaciones: roto, abierto,
hendido dique en el que me contienes.

Ángel González, Palabra sobre palabra.

1 comentario:

Anónimo dijo...

k bonita me encantaaaaa