de los secretos castillos del fuego,
y en urgente viaje de antorcha izada
son estrellas sin gravedad y toda gracia,
radiantes lanzas, estelas de luz
en la más oscura senda hasta ser,
por fin, fogonazo y explosión en una,
allí arriba/ todo lucidez en el más alto espacio,
estallido que reparte chispas a las nubes y pájaros.
Tras el que era rumbo inmarcesible de luz,
travesía encendida, relámpago ascendente,
tras los hermosos dedos encendidos golpeando el cielo,
son palmeras fantasmales de quemada corteza,
de savia de humo y ramas ígneas sin fruto,
frondosos espectros como ícaros de pólvora,
fantasmas densos de ceniza, vidas
que a la deriva en la noche, sin rumbo,
el viento al fin desvanece con un leve soplo.
2 comentarios:
Foh, qué mostro maestro!! Pudo entrar "inmarcesible" en un poema sin almibararse más que lo justo...
Espero envíos!! Salud!
gracias amiga!
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