Interrumpir el discurso tiene un momento intencional, activo, además de ser el resultado de que al discurso han afluido fuerzas de procedencias diversas y de líneas dinámicas opuestas. Los textos de Benjamin sobre Baudelaire están llenos de ellas. Sus fuentes de información son los primeros documentos del socialismo, pero no lo son menos las memorias de jefes de policía y de aristócratas de abundante vida mundana. (Y estas últimas educan su vista para calar más penetrantemente en ciertas "maneras" de socialistas como Blanqui.) Enunciar una serie de temas abordados en las páginas que siguen ayudarán a comprender el estallido del discurso: los impuestos napoleónicos sobre los vinos, los traperos y los conspiradores profesionales, los precios de la suscripción a los periódicos, el aperitivo como uso de bulevar al servicio del folletón, los "negros" de escritores consagrados, el hundimiento del campesinado, el ejército como refugio de los empobrecidos, los tranvías y su influjo en el aislamiento de autómatas de los habitantes de las grandes urbes, las historias detectivescas, el color gris y el color negro en la indumentaria masculina, las fundas y estuches y forros para los objetos que adensan las habitaciones, la luz de gas, los bazares y el alma de la mercancía, la repercusiónen los gestos humanos del paso del artesanado a la producción en serie, el amor lésbico y los primeros movimientos en pro de la autonomía femenina.
Jesús Aguirre en la Introducción a "Poesía y capitalismo", Iluminaciones II, de Walter Benjamin.
en un viaje hacia la nada, en un viaje hacia allá abajo, hacia el fondo. Esta vez, dentro íbamos nosotros.
Primo Levi
-¿Por qué habríamos de parar? -dijo el maquinista-. Nos dirigimos hacia la belleza. ¿La veis allí? Y aceleraban la máquina de desiertos.
-No podemos parar. Ni pararemos. -dijeron los pasajeros-. Y reían sin freno y brindaban por la velocidad de las cosas y su verdad. -¿Por qué habríamos de parar? El horizonte es nuestro destino. Éste es el tren. Éste es el tren.
Nunca me ha dado por robar y no me gustan los ladrones, pero un día después del colegio Jimmy y yo nos colamos en uno de los garajes cerca de donde vivíamos. No estábamos robando, sólo enredando. Mmirábamos cómo funcionaban las cosas, curioseando en los cajones de herramientas. No era un robo de verdad, pero la policía nos cogió y nos llevó a casa. -¿Son sus hijos?- le preguntaron a mi padre. -No los he visto en mi vida. Le cerró la puerta a la policía en las narices. No podían hacer nada con nosotros porque éramos menores, así que nos tuvieron que soltar. Al principio me quedé espantado, pero luego me di cuenta de que fue lo más inteligente que le he visto hacer a mi padre. Me dejó alucinado, porque además después no lo mencionó nunca. Yo pensaba que me iba a dar la paliza de mi vida, pero ni siquiera sacó el tema. Así que la lección era: que no te cojan. La vida de mi padre fue mucho más difícil que la mayoría de la gente que conozco. Tuvo una infancia horrible en Irlanda, en casa de su padre, que era alcohólico, y su madrastra. Eran muchos hijos, de modo que tuvo que buscarse la vida. (...) Mi madre era harina de otro costal. Le encantaba la música que yo compraba. Antes de que me fuera de casa solía subir a mi habitación y preguntarme con su acento irlandés cerrado. -¿Qué has comprado últimamente, hijo? Antes has puesto unos ruidos que me gustaban bastantes. -No, mamá, no creo que te guste. Es el primer LP de Hawkwind. Se sentaba y escuchaba, absorviendo la música. por ejemplo, le gustaba mucho el Fun House de los Stooges. No era nada fácul interpretar el papel de rebelde con mi madre en mi habitación escuchando Fun House. Yo pensaba: "¡Dios, que alguien me saque de esta familia de locos cuanto antes! Otras veces me perdía de nuevo en mis fantasía de siempre: "¿Por qué no he nacido en una familia rica que me deje hacer lo que quiera? Todo sería mucho más fácil". A los niños les gusta fantasear, les atrae la idea de que los padres no les quieren. (...) Empecé a beber cerveza desde muy pequeño. Cuando mi abuelo murió, yo tenía once años y en e velatorio bebí cerveza como el que más, por lo que se montó una bronca monumental entre los primos de mi padre. Pensaban que era una auténtica vergúenza que un chaval de once años estuviera allí sentado tomándose una Guiness tras otra. Todos los demás estaban medio borrachos y yo tan tranquilo completamente sobrio. Dicen que el alcohol mata las neuronas, peor parece que a mí no me ha hecho daño. Si había algo que valía la pena destruir en mi cerebro seguramente pasó a mejor vida con la meningitis. Y lo que queda es muy resistente. (...) JOHN GRAY: Mientras tanto seguíamos en el colegio y los profesores se esforzaban por doblegarnos. Era un centro católico de chicos y los uniformes, la disciplina y la religión eran fundamentales. una vez me puse a discutir a voces con un cura joven y me echaron de clase por cuestionar demasiado las cosas. John era mucho más provocador. Un día nos dijeron que fuésemos con corbata y John no llevaba. -O te pones corbata o mañana no entras en el colegio- le dijo el cura. Así que John se presentó al día siguiente con una corbata, pero sin nada debajo. Llevaba una chaqueta, pantalones y no se había puesto camisa. El profesor le preguntó: -¿Por qué no llevas camisa? -Ayer me dijo que me pusiera corbata. Aclárese. (...) Todavía me quedaba dinero porque había estado trabajando durante el verano. Mi padre me había conseguido un trabajo en el que me daban veinticinco libras al día, así que estaba forrado. Me dieron mucho trabajo construyendo una planta de aguas residuales en Guildford. Esperoq ue la gente de Guildford esté agradecida. ¡Johnny construyó vuestras cloacas! Aprendí mucho trabajando con los ingenieros de obras. Era fascinante. Y yo con el pelo verde. A los obreros le importaba un bledo, sobre todo a los irlandeses. Allá tú con tu vida, esa era la actitud. Mientras fueses capaz de manejar la pala lo mismo daba. (...) STEVE JONES: Cuando era menor de edad acumulé bastantes antecedentes penales, catorce delitos en total. Estuve un año y medio en un reformatorio, pero nunca llegúe a estar en al cárcel, porque la mayoría de las veces que me cogieron era menor. Alguna vez me detuvieron por robar instrumentos. A partir de los dieciocho años te meten en la cárcel, pero gracias a los Pistols me libré. Cuando la banda empezó a tener éxito dejé de robar. Fue lo que me salvó.
No irish, no blacks, no dogs, John Lydon, Acuarela
Llueve, llueve sobre las cúpulas bruñidas por el beneficio, sobre los estandartes empapados por la usura del comercio llueve, llueve sobre los muros del Pontificado y los altares de lo Absoluto, todo el día llueve bronce sobre las campanas, sangre sobre las espuelas, llueven monedas de oro sobre el árbol de los abstinentes, llueve saliva de óxido sobre la teogonía de los metales, sobre las estatuas fundidas con la brevedad de los hombres, llueve sobre las llagas barrocas de la fe y sobre la corona de espinas, sobre San Sebastián según un modelo de Bernini atravesado por el acero, llueve la polilla del psicoanálisis sobre las negras sotanas, llueve en las afueras del hombre y en las cercanías del otro hombre que va en él, llueve sobre una mujer, la lluvia deja de ser lluvia, la mujer deja de ser mujer, llueve sobre lugares húmedos y el agua de los estanques favorable a la peste, llueve sobre los puentes y sobre el jardín en la casa de las prostitutas, llueve sobre los muchachos amenazados por el resplandor de la velocidad y el reclinatorio de los que van a morir a la edad de los príncipes. Aquí hay otra escritura, aquí amor y pájaros góticos contra la solemnidad del eco, aquí las viejas semillas, la madera de cruz plantada por la mano del romano, el burgo erigido hace ahora dos mil bajo las estrellas que inventó Copérnico, el mausoleo en cuya avaricia vive predestinada Roma, desvalida y esclava, el déspota que huye hacia otra ciudad que no existe en un caballo de hierro. Este es el lugar donde el escéptico le da la mano al inmoral y llamo inmoral a aquél que carece de la virtud de reconocerse en el otro, el insumergible en su mina de talco, el que ejerce la jerarquía como innato derecho y construye su tormento sobre la escoria de otros, el obsesivo en la negación de los actos ajenos, el impostor que muta, el himno con el que se alaba lo que se desprecia, la cautela ante el gozo. Hablad voces de la decrepitud, hablad bajo los párrafos inciertos del que padece memoria, lo que bajo las costillas del puente dedicado a la memoria de Umberto Primero es escritura de la gran cloaca romana, allí donde la deformación de la belleza conduce el pensamiento del hombre a la embriaguez, donde la persistencia de la hermosura abre su ojo de cíclope y extravía a los adúlteros por un paisaje con niebla. Toda la vida se parece a mi vida. la cabeza de Minerva y la de San Juan Bautista. el tributo con que paga el hijo la cripta de su padre. el agua del Nilo con que hace su pan el herrero, la pasta de polvo con que imita el albañil las piedras, la destilación de la música en los pasadizos, la lengua del Tíber abriendo las aldabas de la noche, toda la vida se parece a mi vida. el ojo del insubordinado se parece a mi ojo, la boca del inexistente se parece a mi boca, el gusano pasta la yema del jaguar, la metafísica hace su aparición en la anestesia, el convicto ha cancelado su pacto con la respiración, el papiro ha cerrado su acuerdo con las lianas secretas, la incinerada vocal de la náusea es inminente.
Pensamos que la reducción de los espacios para desarrollar espectáculos musicales en nuestra ciudad responde a una planificación poco estratégica por varios motivos:
Se está obstaculizando y entorpeciendo la actividad de iniciativas comerciales y de servicios en la zona. Esto a su vez disuade a posibles nuevas inversiones del sector en la ciudad.
Esta situación coloca en clara posición de desventaja a los artistas noveles, pues deben existir oportunidades de participación de todos los artistas sin contemplar el estilo (más comercial o menos), el currículum o trayectoria y la “calidad” (siempre subjetiva), y la reducción de los espacios deja la escena en manos de unos pocos empresarios cuyo objetivo (no lo olvidemos) es multiplicar sus ganancias, por lo que apostarán por artistas que le garanticen buenas ventas.
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En el contexto de una ciudad que se congratula de ser la cuna de la libertad y el arte, que mira hacia el 2012 con actitud de gran capital de la cultura, parece poco lógico recortar y suprimir las posibilidades de desarrollo de iniciativas artísticas y culturales. Más bien lo correcto sería pensar en que la Administración debería fomentar y fortalecer el tejido cultural de la ciudad a todos los niveles.
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Por la libertad de oportunidades para las iniciativas artísticas de Cádiz.
Por la libre expresión de la música ycontra su institucionalización y mercantilización.
Asociaciones, músicos, comerciantes y ciudadanía en general tenemos derecho a participar de la cultura y el arte de nuestra ciudad.
Domingo 13, de 12:00 a 14:00 h. , nueva concentración de “Salvemos el directo” .Partiremos de la Plaza del Palillero, en Cádiz, con el gurpo de batucada y nos quedaremos en la C/ Ancha.
Si tocas algún instrumento, tráetelo, si no, pásate, puedes apoyar la causa con tu presencia o recogiendo firmas, repartiendo información, si conoces a alguien que toque algún instrumento, avísale, y por favor reenvía este comunicado a tantas perosnas como puedas.
Durante esas dos horas, reivindicaremos con música en directo el cierre de pequeños locales, daremos información sobre el “por qué” de nuestra acción, y recogeremos firmas de los transeuntes que quieran apoyarnos. Informamos que durante el desarrollo de la concentración NO se beberá ningún tipo de bebida alcohólica ni se consumirá otro tipo de “sustancias”, no es una fiesta en la calle ni un botellón acomapañado de música en directo, pedimos vuestra colaboración en éste punto.
De raso negro, bordeada de armiño y con gruesos alamares de plata y de ébano, la gorra de Andrés Salaino es la más hermosa que he visto. El maestro la compró a un mercader veneciano y es realmente digna de un príncipe. Para no ofenderme, se detuvo al pasar por el Mercado Viejo y eligió este bonete de fieltro gris. Luego, queriendo celebrar el estreno, nos puso de modelo el uno al otro. Dominado mi resentimiento, dibujé una cabeza de Salaino, lo mejor que ha salido de mi mano. Andrés aparece tocado con su hermosa gorra, y con el gesto altanero que pasea por las calles de Florencia, creyéndose a los dieciocho años un maestro de la pintura. A su vez, Salaino me retrató con el ridículo bonete y con el aire de un campesino recién llegado de San Sepolcro. El maestro celebró alegremente nuestra labor, y el mismo sintió ganas de dibujar. Decía: "Salaino sabe reírse y no ha caído en la trampa". Y luego, dirigiéndose a mí: "Tú sigues creyendo en la belleza. Muy caro lo pagarás. No falta en tu dibujo una línea, pero sobran muchas. Traedme un cartón. Os enseñaré cómo se destruye la belleza". Con un lápiz de carbón trazó el bosquejo de una bella figura: el rostro de un ángel, tal vez el de una hermosa mujer. Nos dijo: "Mirad, aquí está naciendo la belleza. Estos dos huecos sombríos son sus ojos; estas líneas imperceptibles, la boca. El rostro entero carece de contorno. Ésta es la belleza".
Y luego, con un guiño: "Acabemos con ella". Y en poco tiempo, dejando caer unas líneas sobre otras, creando espacios de luz y de sombras, hizo de memoria ante mis ojos maravillados el retrato de Gioia. Los mismos ojos oscuros, el mismo óvalo del rostro, la misma imperceptible sonrisa. Cuando yo estaba más embelesado, el maestro interrumpió su trabajo y comenzó a reír de manera extraña. "Hemos acabado con la belleza", dijo. "Ya no queda sino esta infame caricatura". Sin comprender, yo seguía contemplando aquel rostro espléndido y sin secretos. De pronto, el maestro rompió en dos el dibujo y arrojó los pedazos al fuego de la chimenea. Quede inmóvil de estupor. Y entonces él hizo algo que nunca podré olvidar ni perdonar. De ordinario tan silencioso, echó a reír con una risa odiosa, frenética. "¡Anda, pronto, salva a tu señora del fuego!" Y me tomó la mano derecha y revolvió con ella las frágiles cenizas de la hoja de cartón. Vi por última vez sonreír el rostro de Gioia entre las llamas. Con mi mano escaldada lloré silencioso, mientras Salaino celebraba ruidosamente la pesada broma del maestro. Pero sigo creyendo en la belleza. No seré un gran pintor, y en vano olvidé en San Sepolcro las herramientas de mi padre. No seré un gran pintor, y Gioia casará con el hijo de un mercader. Pero sigo creyendo en la belleza. Trastornado, salgo del taller y vago al azar por las calles. La belleza está en torno de mí, y llueve oro y azul sobre Florencia. La veo en los ojos oscuros de Gioia, y en el porte arrogante de Salaino, tocado con su gorra de abalorios. Y en las orillas del río me detengo a contemplar mis dos manos ineptas. La luz cede poco a poco y el Campanile recorta en el cielo su perfil sombrío. El panorama de Florencia se oscurece lentamente, como un dibujo sobre el cual se acumulan demasiadas líneas. Una campana deja caer el comienzo de la noche. Asustado, palpo mi cuerpo y echo a correr temeroso de disolverme en el crepúsculo. En las últimas nubes creo distinguir la sonrisa fría y desencantada del maestro, que hiela mi corazón. Y vuelvo a caminar lentamente, cabizbajo, por calles cada vez más sombrías, seguro de que voy a perderme en el olvido de los hombres.
¿Qué relación mantienen la cultura y la vida cotidiana en la génesis de la obra artística?
Si consideramos el ocio como parte de ese 8 mágico de la distribución encadenada a la economía (8 de sueño, 8 de prisión, trabajo...) y al arte como mercado de ideas y egos, mercado de chispas y compraventa de ethos simbólico pues al final no decimos nada o sí. La industria del ocio nunca dejará de compravender subjetividades, ideas, vidas artísticas con ese mágico elemento que permite y proporciona semanalmente el ocio "aceptado" y que da caché frente a los más ociosos del lugar que se gastan su magia en sobrevivir. Money. Hay quien compra OCIO como compra amor, muerte, piel o saliva o acuarelas que luego enseñará en sus salones a los amigos y amigas. Crear arte sin estas premisas se me antoja ahondar en cuestiones ya resueltas por los situacionistas, Bourdieu o la larga lista de expulsados del paraíso del ocio y el entretenimiento que se niegan a darle valor de cambio a lo que hacen, crean, piensan en sus vidas cotidianas. Aunque al final lo hagan para pagar la renta, el tabaco, los vinos. El gesto artístico debe formar parte de la vida cotidiana y dejar de ser aspaviento enajenado en mitad de un universo silencioso. (Qué espesura, picha)
¿Qué relación mantienen la cultura y la vida cotidiana en la génesis de la obra artística?
Casi siempre son relaciones de dominación. La vida cotidiana y el arte son como el cerebro y la mano, como lo personal y lo político. De ahí la larga tradición de intentar destruir -aunque sea con nihilismo- la diferencia que hay entre artistas y profanos, los que escriben y los que leen. Bienaventuradas y bendecidas aquellas personas que rompen la dicotomía y hacen de su vida una obra de arte y no un arte que obra sin la vida. Aunque hay quienes siempre tienen tiempo para su obra y no para su vida y al revés. La génesis de la obra artística, dependiendo de la cosmovisión de la artista, puede estar en un cigarrillo delante de un ocaso o mientras se quitan los desperdicios del sumidero del fregadero. El chispazo viene, te pilla, claro; pero como decía un curriqui, que te pille trabajando. Luego viene la artesanía de la chispa, su reconversión en acero o ceniza, incluso dejar que el óxido gane la pieza. El tiempo, bruñidor de obras. También si a una le pagan por lexema tecleado pues se pone y le salen esos novelones tipo Dickens. Y qué me dicen del encargo, génesis clásico.
¿Crees que el Arte, en sus múltiples formas, es un mundo demasiado limitado a su propio código?
No. Y se ve claramente en la publicidad y en la nueva narrativa de las series de prestigio para espectadoras inteligentes (ámbitos claramente alejados de lo que se cataloga como “Arte”). En la publicidad, cada vez más alocada en sus códigos, se están alcanzando cotas de dadaismo espectaculares. Algunas artistas –más combativas- calificarán este hecho como “recuperación”, es decir, herramienta perdida y usada por el enemigo. Estos códigos antaño de vanguardia sirven para vender suscripciones a un servidor de Internet o para vender cervezas. En la narrativa posmoderna de las series hay mucho de código narrativo “complicado”: varias líneas temporales, personajes con pasado, presente y futuro mezclados en la narración, subtramas, secretos, cámaras al hombro y fluidez de videoclip en los planos, detalles a descubrir por la fan en sus ratos… todas estas forman parte de una narratividad que exige a la espectadora de tiempo, lentitud y atención. Así que lo críptico es osmótico con lo mundano cada vez más, sobre todo si nos sirve de palanca para la asaltar la percepción de la consumidora. Como ocurre tanto en poesía como en narrativa, los problemas de “códigos” entendidos como referencialidad exquisita y culturalismo (mundo griego, hechos históricos, autores oscuros, etc) en lo popular (series, peliculas, sketchs) ese culturalismo se compone de jingles de anuncios, escenas de películas adolescentes, video juegos primitivos… Si unos nombran y se refieren a Mecenas, otros a Marty Mcfly.
Maldijo cien veces al dios dichoso del que fue madre la usura de labios abiertos: que arrasaren su cuerpo laso las sombras que comen heces. Que pústulas sean sus manos, secos los ojos ciegos en la queja. Que este tiempo añadido a los clavos sea más leña seca para el corazón ardiente en las heladas noches del invierno. En vano en su piedad la fe pusimos. Y vienen las horas de más, los odios, la hartura. Y nos adjudica la burla forzosa de los que destejen la órdenes en un hilo que nos cerca y ata. Luego concluyó algo más convencido: Me las paga. Este cabrón me las paga.
El capitalismo prohíbe básicamente dos cosas. Una es el regalo. La otra el aburrimiento.
Cuenta Sor Juana Inés de la Cruz, la gran poetisa, monja y feminista mexicana del siglo XVII, que en una ocasión la abadesa del convento de los Jerónimos, a cuya regla estaba sometida, le prohibió leer y escribir y la mandó castigada a la cocina. Allí entre los fogones Juana Inés estudiaba y escribía con la mente; es decir, pensaba. Del huevo y de la manteca, del membrillo y del azúcar, mientras cortaba y amasaba y freía, sacaba una consideración, una reflexión, un hilo interminable de conjeturas, y esto hasta el punto de llegar a afirmar con desafiante ironía en su conocida carta a sor Filotea: “Si Aristóteles hubiera cocinado, habría pensado más y mejor”.
Si a Juana Inés, en lugar de a la cocina, la hubiesen mandado a Disneylandia, donde se hubiese aburrido menos, quizás habría dejado de leer, estudiar y pensar sin ninguna prohibición.
Contaba Rosa Chacel, una de las más grandes novelistas españolas del siglo XX, que en los años cincuenta, mientras redactaba su novela La Sinrazón, tenía la costumbre de pasar horas recostada en un sofá de su salón. La mujer de la limpieza, con la escoba en la mano, le dirigía siempre miradas entre compasivas y reprobatorias: “Si hiciera usted algo, no se aburriría tanto”. Pero es que Rosa Chacel hacía algo: estaba pensando; y hasta cambiar de postura podía distraerla de su introspección o devolverla dolorosamente a la superficie.
Si Rosa Chacel hubiese pasado horas y horas delante de la televisión, y no dentro de sí misma, jamás habría escrito ninguna de sus novelas.
Hay dos formas de impedir pensar a un ser humano: una obligarle a trabajar sin descanso; la otra, obligarle a divertirse sin interrupción. Hace falta estar muy aburrido, es verdad, para ponerse a leer; hace falta estar aburridísimo para ponerse a pensar. ¿Será bueno? ¿Será malo? El aburrimiento es la experiencia del tiempo desnudo, de la duración pastosa en la que se nos enredan las patas, del líquido viscoso en el que flotan los árboles, las casas, la mesa, nuestra silla, nuestra taza de leche. Todos los padres conocemos la angustia de un niño aburrido; todos los que fuimos niños -antes, al menos, de los videojuegos y la televisión- sabemos de la angustia de un niño aburrido pataleando en el ámbar espeso de una tarde que no acaba de morir. No hay nada más trágico que este descubrimiento del tiempo puro, pero quizás tampoco nada más formativo. Decía el poeta Leopardi que “el tedio es la quintaesencia de la sabiduría” y el antropólogo Levi-Strauss, recientemente fallecido, aseguraba haber escrito todos sus libros “contra el tedio mortal”. Uno no olvida jamás los lugares donde se ha aburrido, impresos en la memoria -con grietas y matices- como en el diario de campo de un naturalista. Uno no olvida jamás el ritmo de las cosas, la finitud de los cuerpos, la consistencia real de los cristales, si alguna vez se ha aburrido. “Amo de mi ser las horas oscuras”, decía Rainer María Rilke, porque las oscuras son no sólo la medida de las claras sino la pauta narrativa de unas y de otras. El aburrimiento, sí, es el espinazo de los cuentos, el aura de los descubrimientos, el gancho de toda atención, hacia fuera y hacia dentro.
Fleet Foxes, Fleet foxes y Sun giant Cave in, Antenna Igloo, La transición de fase Blonde redhead, 23 Boniee Prince Billy, Beware Biffy clyro, Only revolutions Expérience, Hemisphere gauche y Aujourd’hui, maintenant Grinderman, Grinderman Kasabian, The west... Little Joy, Little joy Nacho Vegas, El manifiesto desastre Soulwax, Nite versions Thrice, The alchemy vol III y IV y Beggars The Joy formidable, A ballon called moaning Wilco, Wilco (the album) Dinero, Dinero The war on drugs, Wagonwheel blues The last shadow puppets, The age of understatement.
Julia and Julia, Nora Ephron Family strangers, Zackary Adler Pranzo di Ferragosto, Gianni Di Gregorio Medicine for melancholy, Barry Jenkins Looking for Eric, Ken Loach Whaterver works, Woody Allen (500) days of summer, Marc Webb Away we go, Sam Mendes Paper heart, Nicholas Jasenovec Is anybody there, John Crowley Goliath, Zernell BROS. Mo, Brian Scott Lederman The lucky ones, Neil Burger Tetro, Francis Ford Coppola El secreto de sus ojos, Juan José Campanella Moon, Duncan Jones Frozen River, Courtney Hunt Lymelife, Derick Martini Sonbahar, Özcan Alper. Away days, Pat Holden
El caballo amarillo, Boris Savinkov, Impedimenta. Conviriéndose en Foucault, José Luis Moreno Pestaña, Montesinos. Pacifismo, ecologismo y política alternativa, Manuel Sacristán, Público El pensamiento secuestrado, Susan George, Público La casa Roja, Juan Carlos Mestre, Calambur. ¿Todo va bien?, Juanjo Barral, Lf ediciones. Tres poemas, T.S. Norio, Baile del Sol. Orden de alejamiento, Belén Artuñedo, Lf ediciones Teselas, Belén Artuñedo, Lef ediciones El padre, Sharon Olds, Bartleby. El misterio de Hawkline, Willbur y sus trofeos de bolos y Un detective en Babilonia, Richard Brautigan, Anagrama. La tarde del dinosaurio, Cristina Peri Rossi, Plaza y Janés. Manituana, Wu Ming, Mondadori. El tercer hombre, Graham Green, El país serie negra.
David Monthiel estará en el primer taller creativo de reflexión y elaboración crítica 'LA POESÍA Y EL MAL' que tendrá lugar hoy jueves, a las 18.30 horas, en la Facultad de Filosofía y Letras. David ha publicado, entre otros, Renta básica del olvido y Las cenizas de Salvochea; además, lleva un blog [C u a d e r n o d e r e s i s t en c i a ]. ¡Os esperamos!.
Colección: Cuadernos Caudales de Poesía, serie II coordinada por Víctor Gómez, Javier Gil y Miguel Fernández
Diseño de cubierta sobre un detalle de un grabado del poeta Juan Carlos Mestre Edita: Fundación Inquietudes Colabora: Asociación Poética Caudal Formato: 64 páginas grapadas 21 x 15 cm (solapas: 10 cm) Fecha de publicación: octubre de 2008.
Tan triste como parezco, sueño dormido en el punto preciso vuelvo y nada es como lo había planeado pero nada es bebo lágrimas que me hago de tus oídos cerrados y consumo, resto derechos de leyes extintas por los pelos clavo sentencias que me laten en la garganta sedienta de cariño y de otros poemas menos encendidos, más brillantes, molidos un poco. Luego me siento en el trabajo e intento no llorar delante de mis compañeros tengo la garganta como un frontón empedrado y tú llevas tacones y juegas demasiado y ganas a los puntos y se me abren las paredes y se caen los pósteres que colgaron aquellos pajaritos enamorados con sus piquitos y sus alitas pequeñitas como manitas timiditas de infinititas plumititititas. Me pongo en venta, alquilo mis riñones, me convertiré en un hotel, en un mesón, una farmacia, un campo de golf, una barriada de lujo, un duty free: estoy tan triste como padezco, duermo sumido al invierno cotidiano del ski matutino. No hay coz sin tres, ni cuatro donde comieron cinco, ni nada que me haga sonreír.
Manuel Ortega
LAS RAZONES DEL CAMINO
Es dura la asfixia, la congoja del miedo, la soledad de las noches muertas. Todo el mundo lo sabe. La vida entonces es angustia, un libro en blanco y sin final. Un regalo macabro del silencio. En esas noches nada puede decirse. Acaso palabras de consuelo, fórmulas de un conjuro, excusas para justificar la herida: un poema, por ejemplo. O uno puede abrazarse a la memoria —ese refugio tan lleno de trampas— y reivindicar el calor de un abrazo, la magia de las miradas como lumbre, la luminosidad gozosa del que llega a tiempo y nos rescata de la noche fiera, de esa terca oscuridad de la que nadie vuelve. Y entonces uno comprende. Y en la asfixia, en la congoja, uno encuentra una razón, un sentido para seguir: no defraudar a los que llegaron a tiempo, no darles motivos para morir. Y como en una obligación hermosa y purificadora comienza un homenaje a través del tiempo. Y alguien, en la noche, escribe este poema.
Cien imperios, cual sueños, se han esfumado y el sol no trocará sus leyes ni ciclos. Pero diez años hace que espero un tren de regreso a Varsovia, camarada Dzerzhinski . En París la tragedia medraba en cada esquina, el peligro era cómplice en el ajedrez ciego de la vida. Ratoneras. Habitaciones vacías. Salidas. Aquellas partituras ganarían trincheras. Serían obstinado preludio de Stalingrado: Madrugada del domingo 22 de junio de 1941. Y Moscú recibió al Gran jefe. Fue entonces, tras los honores del regreso, la hora del engranaje que tanto armamos. Nuestra devastadora música ahora era ruido. Los fuegos de octubre fueron cenizas en los ojos. Camarada: vino la larga noche, nos comió el frío, la niebla, caímos en la sucia mandíbula desde la que avistábamos las estepas como largos años que hurgan en el sueño. No hubo paredón ni doce hombres sino diez años de epitafio en sombra. La lentitud fue para los irrecuperables, aquellos que los muertos compadecen por vivos purgados en nuestra mazmorra, camarada. Y sé que romperá el alba extinta ya mi voz, sin rastro de nosotros, sin rastro de la orquesta de aquel concierto secreto. Despuntará la luz sobre futuras ruinas de lo que fue terror, sobre este hoy de estrellas fugaces como misiles a los que piden deseos nuestros asesinos. Será el deshielo de nuestros rostros un mañana de caballo muerto a la deriva en la sangre de los que galopan hacia el alba sobornable del sosegado sepulcro, del despacho. Se alarga mi sombra en la plaza Lubianka, se recorta ante el ocaso de un tiempo. Y pienso en los diez años que tardó el tren de París a Varsovia, camarada Dzerzhinski. Y es que a veces los trenes se retrasan. _________________________________ Leopold Domb (Nowi Targ, Polonia, 1904-Jerusalén, 1982) Espía comunista de origen polaco. Durante la II Guerra Mundial organizó la red de espionaje Orquesta Roja, que proporcionó a la URSS información sobre los planes alemanes. El almirante Canaris, jefe de los servicios secretos militares alemanes, dijo de él: “Su actuación costó mas de 300.000 muertos a Alemania. Ganó prácticamente él solo la guerra”. Detenido a su vuelta a Moscú bajo la acusación de colaboracionismo (1947), fue rehabilitado en 1957, tras la muerte de Stalin. Es autor de El gran juego y de Testamento político.
Féliks Edmúndovich Dzerzhinski (Dzierżynowie, 1877-Moscú, 1926) fue un revolucionario comunista polaco, conocido como el fundador de la policía secreta bolchevique, la Cheká.
El Teatro Moderno de Chiclana ofrece dentro de su programación de otoño de este año la obra Todo se entiende sólo a medias, la nueva propuesta de poesía escénica de La Palabra Itinerante. Será este viernes 13 de noviembre a las 21.00 h. Todo se entiende sólo a medias es una obra escénica poética. Incluye poesía, música en directo, videoarte... Todo se entiende sólo a medias es una aventura creativa más dentro de la línea de investigación artística del colectivo de agitación y expresión La Palabra Itinerante. Todo se entiende sólo a medias es el fruto del trabajo conjunto de cuatro artistas con una veterana trayectoria en el ámbito de la poesía escénica, la poesía en acción, la polipoesía, la poesía en resistencia, el spoken word, o como queramos llamar al juego este de enredar la palabra viva de viva voz, palabra en el tiempo, con la escena, sus ritmos, sus posibilidades de decir, valiéndose para ello de exploraciones e indagaciones estéticas y de entrecruzamientos entre las artes con la intención comunicativa de un decir que aquí se sueña hondo, afinado y afilado, como si se quisiera, de algún modo, no dejar el mundo igual que estaba. Tras más de diez años de itinerancias y singladuras, David Eloy Rodríguez, José María Gómez Valero y Miguel Ángel García Argüez, autores de los textos de la obra e intérpretes en escena de los mismos, unen sus energías en este nuevo proyecto de acción poética. Les acompañan en el escenario la voz y las texturas sonoras de Celia Romero y las creaciones, realizadas para la ocasión, de distintos artistas contemporáneos.
Además en Todo se entiende sólo a medias aparecen dos referencias a textos de Manuel Fernando Macías y Pedro del Pozo, autores publicados en Libros de la Herida.
Todo se entiende sólo a medias, por La Palabra Itinerante Teatro Moderno. C/ Nueva, 20. Chiclana (Cádiz) Viernes 13 de noviembre a las 21.00 h. Entrada: 5 €.
El MLRS sigue subiendo en su Biblioteca una larga serie de libros de poesía actual a ritmo de un título por quincena. Los libros, completos, los podréis consultar, leer o descargar en formato pdf.
Enrique Falcón: Para un tiempo herido (Madrid, 2008) con un prólogo de Antonio Crespo Massieu (también pinchando directamente aquí.
ESCRIBIR DESPUÉS DE AUSCHWITZ
“No nos está permitido conceder a Hitler ninguna victoria póstuma” (Emil L. Fackenheim)
Escribir entonces para no conceder más victorias póstumas a Hitler: la claudicación de nuestra esperanza, nuestro olvido de las víctimas, el paso tuyo amargo tras las escaleras. Escribir, entonces, con un puñal en las manos, con una boca viva hablando en nuestra propia boca. Denunciar a los culpables y salir al mundo fieramente con poco más que rabia entre las uñas con que hacer reventar lo viejo en lo ya nuevo; —y estrangular los respiros de la desaparición.
CPPC - CENTRO PERMANENTE DE POESÍA CRÍTICA Poesía que no cede a la hipnosis Librería Asociativa Traficantes de Sueños c/ Embajadores, 35
VIII sesión: Sábado 7 NOVIEMBRE - 19 h. Jesús Urceloy, Carmen Camacho e Inma Luna.
Cuando era una experta en babosas solía apartar las hojas de la hiedra, y buscar la desnuda gelatina de aquellos cuerpos de oro, forasteros transparentes brillando sobre las piedras, lentamente, sus cuerpos pringosos a merced mía. Hechos de agua en su mayor parte, se retraían hasta desaparecer si los rociabas con sal, pero no era lo que yo quería. Lo que me gustaba era descorrer el velo de la hiedra, respirar el aroma de la pared, y permanecer allí callada hasta que la babosa olvidaba que estaba allí y proyectaba las antenas fuera de su cabeza, cuernos sepia que relucían tenues emergiendo como telescopios, hasta que al final las papilas aparecían por las puntas, delicadas e íntimas. Años después, cuando vi por primera vez un hombre desnudo, suspiré de placer al ver ese misterio reproducido en silencio, ese ser lento y grácil saliendo de su guarida y refulgiendo en el aire enrarecido, ambicioso y tan confiado que cualquiera se pondría a llorar.
Segundo encuentro de Poesía Joven (Jueves 5 y viernes 6 de noviembre de 2009, Oviedo)
En Oviedo, Asturias, y tras la sensacional respuesta a la primera edición, llega la Segunda edición del Encuentro de Poesía Joven La Ciudad en LLamas, y esta es su web. Será los próximos días 5 y 6 de noviembre en diferentes lugares de Oviedo (en la Universidad, en diferentes bares y espacios culturales) y también en el Aula de las Metáforas Fernando Beltrán, en Grado. Habrá un intensísimo programa de actividades varias. Entre los poetas, llegados de aquí y de allá: Berta Piñán, Rafa Cofiño, Rubén d’Areñes, Álex Chico, Pablo Texón, Daniel Rabanaque, Sara Herrera Peralta, Carmen Camacho, Miguel Ángel García Argüez, David Eloy Rodríguez y José María Gómez Valero. Con la poesía en acción de La Palabra Itinerante, con su trabajo para el escenario: Todo se entiende sólo a medias. Y en la música: Alfredo González, desde Asturias, y Daniel Mata en el callejón del gato, desde Sevilla.
PROGRAMA
JUEVES 5 DE NOVIEMBRE
10:30 Sesión de comunicaciones [Departamento de Filología Española] 13.30 Inauguración [Departamento de Filología Española] 18:00 Recital de Rafa Cofiño [Edificio Histórico de la Universidad] 20:00 Recital de Rubén d’Areñes, Carmen Camacho y Daniel Rabanaque [Aula de las Metáforas Fernando Beltrán, Grado] (Autobús gratuito Oviedo-Grado-Oviedo Salida: 19.30 Lugar: Edificio histórico de la Universidad de Oviedo) 23:30 Concierto de Daniel Mata en el Callejón del Gato [Bar La Caja Negra]
VIERNES 6 DE NOVIEMBRE
17:00 Recital de Sara Herrera Peralta, Álex Chico y Pablo Texón [Edificio Histórico de la Universidad] 18:30 Recital de Berta Piñán [Edificio Histórico de la Universidad] 19:30 Todo se entiende sólo a medias, espectáculo del colectivo La Palabra Itinerante (Música, poesía y visuales, con textos de José María Gómez Valero, David Eloy Rodríguez y Miguel Ángel García Argüez) [Salón de Actos de la Biblioteca de El Milán] 00:00 Concierto de Alfredo González y fin de fiesta [Bar La Calleja La Ciega]
"no olviden los orgullosos/que cuando a la tumba vayan/ allí lo mismo se rayan/ humildes y poderosos"
pero nosotros no solamente queremos la igualdad en la muerte también queremos la igualdad en la vida queremos la justicia en vida
¿por qué está triste ese peón de ferrocarril en la mañana Apoyado contra la verja de la estación? ¿por qué se le perdía la mirada sin ver a nadie de los que pasaban junto a él? ¿por qué está triste ese hombre? ¿por qué hay tantos hombres y mujeres tristes en el país? ¿por qué a cierta hora del día parece que un oleaje de tristeza fuera a arrasar la ciudad? ¿por qué sale por sus ojos así o saca por sus ojos tristeza? ¿por qué esa tristeza golpea de noche las ventanas?
estas reflexiones suben en mí metido en la itera alta de la celda 4 en el pabellón de castigo de la cárcel Villa Devoto Eugenio abajo oye su radio a transistores un rayo de sol pasea lento por la celda
¿por qué se pasea un rayo de sol por acá?
Eugenio quedó encorvado por las torturas pero no sacaron una sola palabra de él Eugenio es un obrero tierno delicado no le sacaron una sola palabra
la mujer de Eugenio a veces llora sin saber por qué interminablemente sin saber por qué llora y deja la casa una semana o dos lo deja a Eugenio una semana o dos un rayo de sol pasea por la celda ahora
¿y yo? ¿por qué estoy oyendo crepitar la tristeza de Eugenio si sé que hay pocos tan puros como él? ¿entonces su pureza no lo defiende del dolor? ¿a veces se le pierde la mirada sin ver a nadie de los que pasan junto a él entonces?
en las celdas de enfrente los comunes no tienen litera ni colchón a medianoche les dan un colchón para dormir tienen que ir a buscarlo desnudos los guardiacárceles obligan a los comunes desnudos a correr tirarse al suelo arrastrarse para buscar el colchón el invierno no puede calentar las baldosas heladas del pabellón de castigo
Eugenio se encorva más todavía cuando el jadeo de los comunes choca contra la puerta de la celda 4 ¿esos ruidos tapan las crepitaciones de la tristeza de eugenio? ¿Eugenio crepita de furor ahora? ¿la tristeza se congela en pajaritos que arden de furor? ¿en furor va a dar la tristeza de los pobres del mundo? ¿la tristeza de ese peón de ferrocarril dará en furor? ¿un oleaje de furor arrasará la ciudad? ¿arrasará las literas del pabellón de castigo de la cárcel de Villa Devoto? ¿arderán las baldosas heladas del pabellón y los comunes y nosotros?
Escucho por primera vez el tema en Radio Caroline Mientras decenas de platos van dejando de estar sucios entre mis manos.
Martes
Un arcón de patatas peladas también se entera de que la canción se titula Do you really want to hurt me?
Miércoles
Entre ruidos de sartenes y órdenes del chef, habla el dial: el grupo se llama Culture Club y gira esa semana.
Jueves
El segundo de cocina, quince años de salsa y matrimonio con pecas, insiste que "aquello" es una mariconada. No lo pillo.
Viernes
Sí pillo el sencillo en un Our Price y me meto nada más llegar a casa varias del material. Tampoco me fijo en los créditos.
Sábado
Voy a verlos al Lyceum y me enamoro de aquel cocktail de reggae, pop y soul, y de la nena de blanco y lazos muy diver y Kharma chamaleon.
Domingo
Descubro a la vuelta del disco que la chica responde por Boy George y que Boy George, leo ahora, responde por George O'Dowd (UK 1961). En fin... El tema de mi coyuntural homosexualidad no volvió a tocarse.
de Pop supuesto, La última canana de Pancho Villa, de Juanjo Barral
Durante mucho tiempo he estado siguiendo una negra hiedra no puedo hallar la raíz no puedo hallar la punta
Kenneth Rexroth
¿Qué secreto conoce la guadaña para segar tantas voces sin afilarse? ¿Qué obediencia le debe la antorcha al humo? ¿En qué sima mullida caen las sogas sin nudo, las tenues afrentas, la celda desleída, las vidas en rompecabezas? ¿Cuándo las máquinas de asedio fueron los gestos conformes de las mareas de trajes en los andenes? ¿El mismo dedo que pulsó la máquina de cadáveres es el que señala los fastos de la vida? ¿Qué es esta sombra tragada? ¿Qué es esta escolta en lo más adentro? ¿Qué es este humo, este tajo, este peso? ¿Qué secreto conoce la guadaña para segar tantas voces sin afilarse?
Conferencia a cargo de GÉRARD MAUGER, sociólogo, investigador del CNRS y director adjunto del Centre de Sociologie Européenne de Paris: 'Los intelectuales y las clases sociales, de Marx a Bourdieu'
Talleres
JUEVES 20 de NOVIEMBRE. 18.30h, Facultad de Filosofía y Letras
TALLER CREATIVO DE REFLEXIÓN Y ELABORACIÓN CRÍTICA:
‘La Poesía y EL MAL’. A cargo de DAVID FRANCO MONTHIEL
JUEVES 10 de DICIEMBRE 18.00h, Facultad de Filosofía y Letras
TALLER, GÜERRILLA DE LA COMUNICACIÓN
'Información: ¿eres pasivo o activo?. No destruyas el mensaje, ¡hazte con él!'
El neoliberalismo se postula a si mismo como un metodo imperfecto de vivir pero con una salvedad que a pesar de sus defectos y con todos sus problemas es el unico sistema que puede hacer funcionar la sociedad por favor que conste en actas que hay dos cosas inexactas en esa nueva teoria, dos mentiras hay en esa afirmacion una es su señoria que la sociedad funcione y la otra usted perdone, si al decirlo se me pianta un pokemon pero el neoliberalismo ni siquiera es eufemismo sino que es directamente el mas practico sinonimo que hay de la muerte y quien lo cuente como metodo de vida puede que ande por florida pero no por argentina o uruguay el neoliberalismo desde su mismo bautismo o en el utero prestado del capitalismo que lo repario ya venia vacunado contra el hombre no rentable que si no era tan amable de morirse solo el siempre lo ayudo el neoliberalato tiene cuerda para rato y con ella anuda el moño del regalo de la globalizacion nuevo y ultimo retoño de la trinidad profana que en relevo de la otra y mas de mil te afanan, matan y establecen su ritual de adoracion con un nuevo calendario que en vez de los santos tiene las fechas de vencimiento estipuladas en la carta de intencion que no explican la intencion de lo que dicen porque al igual que los del otro son oscuros los designios del nuevo señor este culto que se expande como un gigantesco glande en lugar de fecundar esteriliza todo lo que alrededor le sostenga la importancia a algo que no de ganancia y hasta los mas afectados por las consecuencias de la enfermedad se acostumbran a luchar por el triunfo de los que triunfan sobre ellos convirtiendolos en terminales de un sistema que es el que se expresa cuando hablan convencidos de tener ideas propias si las tienen porque alguien se las vendio el neoliberalismo se libera a si mismo de las trabas que les ponen los estados que una vez se estatuyo y las nuevas condiciones se estatuyen estatismos no estatales son quietismos como el de la estatua de la libertad el neoliberalismo se contempla a si mismo como aquel de la leyenda que se ahogo en el agua que lo reflejo pero hay una componenda la division del trabajo da que no se hunda el majo sino otro que ni figuro de este modo se expresaba un fiscal que presentaba en un juzgado los cargos contra la patota neoliberal pero el juez que estaba a cargo dio todo por anulado dijo que estaba implicado en el caso este mismo señor fiscal porque acababa el estado de quedar privatizado y el solo era otro cesante y si algo tenia para reclamar que llamara en adelante y en un tono mas paciente al servicio de atencion al cliente bien dispuesto a aguardar en linea hasta que la primera ave de rapiña disponible con suerte lo fuera a escucha.
Dos grupos de música con alto contenido poético en sus repertorios se reúnen en la sevillana Sala Malandar para un concierto único.
El grupo granadino La Barca de Sua, uno de los pioneros en España en el etiquetaje copyleft para sus trabajos, presentará su nuevo disco: Naif, que regalarán a los asistentes. Ofrecerán un espectáculo con creaciones audiovisuales preparadas para la ocasión.
Daniel Mata, con su banda al completo, interpretará temas de su último disco, Tocando fondo, y adelantará algunas canciones del próximo, dedicado enteramente a la adaptación de poetas contemporáneos.
LA BARCA DE SUA (Granada) + DANIEL MATA EN EL CALLEJÓN DEL GATO (Sevilla) Sábado 17 de octubre. 21.30 h. Sala Malandar (C/ Torneo, 43, 41002, Sevilla). Entrada: 6 € (con cd de regalo de La Barca de Sua). Venta anticipada: Librería La Fuga (C/ Conde Torrejón, 4, Acc., Sevilla).
Las puertas se abrirán a las 21h. A las 21:30h, puntualmente, comenzará el concierto.
Como si nadie oyese en la cripta del corazón las espinas del pájaro de la barbarie, nadie es nadie. Nadie el senador de los tirantes elásticos. Usted es nadie, sombrero de las recepciones, y vos pamela de la medusa, vuesa merced con esquivos ojos de alguna clase en trato de plata. Nadie en la multiplicación son hoy los felices, y nadie el giróvago antílope que danza en los subterráneos. Yo soy nadie. Tú, la vocalista en la boca moderna de nadie, poesía, oca viuda de los quitasoles, linterna de los espías tras la limusina de los ataúdes.
A qué viene eso de la mancha de los espíritus, a cuento de qué decir ahora que tras esta compuerta aúllan en las bandejas los ojos del refugiado. Dicho así el placer y la copa de hielo son corrupción en los recintos de música, fechas en la memoria de la fatalidad.
Algún día lo que ahora escribo será inteligible. Algún día, en el perímetro de las cosas sabidas, la época de los sufrimientos que hicieron visible el mercado de las heridas, será entendida como edad de una sábana rota, órbita de nuestra desnudez recubierta de insectos como lengua de gran pez moribundo.
Cuando nadie sea ya nadie en la dentadura fósil del universo, y nadie, es decir, nosotros, los rumiantes en el dolor de los sobrevivientes hayamos arrancado de raíz la palabra destino para referirnos a la compasión, hayamos enterrado los cargamentos de misericordia y las heces de hiena, hayamos aceptado la infamia como conducta de época. Cuando nadie sea ya nadie y no haya huellas de nadie ni frutos de nadie en los mercados del pensamiento, esto se olvidará, esto también ha de ser olvidado por el micrófono aéreo de lo que anda en el cosmos, y la podredumbre de nuestro silencio y la bisutería de los diplomáticos alrededor de las fosas comunes.
Nadie es nadie, escritura de las elocuentes cifras que suman dolor al oprobio, cinta azul de los legajos de la minuciosidad. Nadie es nadie bajo la lente de los archiveros. Nadie con su puñado de tierra, el oferente y el lúcido, el préstamo de jerarca invisible en nosotros, huyendo en el taxi de la conciencia de las columnas de humo.
Para qué sirves entonces poesía de las hojas incendiadas por las pavesas de la justicia, vieja poesía de los herbolarios, mostaza de los cónsules que predicaron el amanecer. Hacia dónde, hacia quién, venerable Withman, junto al apacible río de los pensamientos sagrados sumerge la mujer su criatura en el agua antes de la incineración.
Como si nadie oyese las espinas del pájaro de la barbarie, parece ser que aquí nadie es nadie. Nadie el silencio y su caldero de cal sobre los desaparecidos. Codicia, eso dice aquí la palabra codicia.
Buscar, buscar, buscar. Atravesar cada frontera por el paso de los furtivos. No tener nada, no romper nada, no esperar nada. Desear sin tregua más vida, más vidas.
II
Buscar, buscar, buscar. Equivocarse de la misma manera que el fuego cuando persigue la verdad de las nubes y el humo. Sobrevivir al cerco, a la acechanza. Dejarse guiar por comunicaciones decisivas: peces que saltan desde las aguas subterráneas del sueño, gotas de ámbar en los sótanos del corazón. Decirlo todo. Morir de otra manera.
III
Desposesión, desposesión, como un mantra. Observo el humo. Observo el humo. Intento aprender.
IV
Hay una casa en la música del desorden: cada filo del tiempo es allí un animal que nadie ha mirado, nunca, algo precioso y escaso, rutilante, sensual, entre los dedos, como pedacitos de un dios.
V
Pedacitos de un dios, pedacitos de un dios, siempre estamos con la misma metáfora. Queremos decir: credenciales, bendiciones. Queremos decir: curarse las heridas, volver al mundo. Queremos decir: calles de todos los días convertidas en un nuevo misterio, luz en los oscuros corredores. Queremos decir: tan tierna revelación, cordura. Queremos decir: verdad. No los periódicos del reino de la boca de cualquiera: verdad. Queremos decir: este asombro, este asombro. Queremos decir: oxígeno, y también: no hay lugar sin cielo, y también: hay tanto que caminar. Queremos decir: ráfagas de gracia para los mendigos, ración de gloria y no llanto, no lo que está al fondo de lo triste, no golpe, no fraude, no muerte, no los lazos entre lo letal y nosotros, no apocalipsis ahora. Queremos decir: maletas para viajar por el frío. Queremos decir: vida más acá de la mentira, desmintiendo. Queremos decir: ardides y juegos al pie de la horca.